Madrid, España
La relación entre Real Madrid y Gareth Bale tuvo una muestra más de que está fracturada, el galés ni siquiera se tomó el tiempo de acudir al Santiago Bernabéu para el festejo del campeonato 35 de liga de los merengues.
Bale no entró en la convocatoria del partido entre Real Madrid y Espanyol, debido a que se quejó de molestias en la espalda y como pasó en el clásico contra el Barcelona se quedó en su casa. El gesto ha sido criticado, pues estuvo ajeno a la celebración con la afición donde estuvieron todos los jugadores incluidas las familias de los elementos blancos.
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Según una publicación del diario Marca, Bale se había entrenado con normalidad en la sesión previa al partido y no fue hasta después de la sesión cuando dijo que le dolía la espalda, una lesión indetectable por los servicios médicos.
En el club ya no le dan importancia y actúan con indiferencia hacia un jugador que está empeñado en salir por la puerta de atrás.
El caso de Bale contrasta con el de Eden Hazard, que acudió al estadio acompañado de toda su familia. Pese a ser un jugador que ha jugado muy poco, se llevó al Bernabéu a sus hijos pequeños para que disfrutaran de la fiesta.