Barcelona, España
El croata Luka Modric disputó este sábado, con 38 años y 47 días, su partido 500 como jugador del Real Madrid, cifra que festejó con una victoria (1-2) en el clásico en el estadio Olímpico Lluis Companys de Barcelona, en el que volvió a dejar muestras de su magisterio.
Modric, que llegó al club blanco en la temporada 2012-13, tuvo que comenzar el encuentro en el banquillo y fue uno de los artífices de la reacción del equipo de Carlo Ancelotti cuando saltó al césped a los 63 minutos, en sustitución del alemán Toni Kroos.
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El Real Madrid se encomendó no solo al acierto de Jude Bellingham, sino también a su fútbol. Incluso, pese a hacerlo de forma involuntaria al intentar controlar el balón, un desvío suyo en la prolongación permitió al inglés firmar el definitivo 1-2.
Modric, que debutó el 29 de agosto de 2012 con la camiseta blanca precisamente ante el Barcelona en la vuelta de la final de la Supercopa al reemplazar a otro germano, Mesut Ozil, es uno de los líderes de uno de los mejores centros del campo de la historia del club y su fútbol aún sigue vigente.
Es el cuarto extranjero con más partidos del Real Madrid, tras el francés Karim Benzema (648) y los brasileños Marcelo (546) y Roberto Carlos (527), y es uno de los quince futbolistas con más encuentros en la historia del club.
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Lo ha ganado todo con la camiseta blanca, tres ligas, cinco Ligas de Campeones, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España y otras tantas de Europa, y cinco Mundiales de Clubes, y ha marcado 37 tantos.
En el aspecto individual, entre otros numerosos galardones, recibió el Premio The Best de la FIFA y el Balón de Oro en 2018.