El jueves pasado un juez del STF ordenó reponer a Rodrigues en el cargo, en medio de amenazas de la FIFA de aplicar sanciones contra el fútbol brasileño.

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El Tribunal de Justicia de Rio de Janeiro lo había apartado el pasado 7 de diciembre debido a la anulación de las elecciones que lo llevaron al cargo en 2022.

La FIFA y la Conmebol pasaron entonces a advertir a la CBF de que no reconocían al designado presidente interino y amenazaron en especial con excluir a la «Canarinha» de las competiciones internacionales. A la vez, anunciaron la visita en Brasil para abordar la crisis.

García dijo el lunes que, antes del retorno de Rodrigues, existía un «riesgo real» de que la selección y los clubes fueran impedidos de participar en torneos internacionales.

«Estamos aquí para garantizar la autonomía de la CBF y el cumplimiento de las normas (…) Vamos a seguir trabajando para que la presidencia de Ednaldo, elegido por el fútbol brasileño, sea respetada», añadió el responsable legal de FIFA, quien anunció que mantendrá diversas reuniones con miembros de la CBF.

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Junto a García, Rodrigues dijo que el fallo de la máxima corte fue «muy importante para el fútbol brasileño».

«El fútbol brasileño gana, no su presidente. Cuando el fútbol tiene la seguridad de que su autonomía fue restablecida y sus clubes van a cumplir las competencias internacionales a las que fueron clasificados y las selecciones, en las competencias, eso es restablecer el fútbol brasileño», aseguró.

Tras su vuelta como presidente, Rodrigues destituyó al seleccionador Fernando Diniz, tras una racha de malos resultados.

El Sao Paulo anunció el domingo que su entrenador, Doríval Junior, dejaría el cargo para asumir el mando de la ‘seleçao’.