Roma, Italia
Cerca del 16% de los italianos valora que imitar gritos de mono y proferir injurias racistas como las que sufrió recientemente el guardameta del AC Milan Mike Maignan, se justifican por apoyar a un equipo de fútbol, según un sondeo publicado este jueves.
En ese sondeo, realizado del 24 al 26 de enero por el instituto SWG con una muestra de 800 personas, el 16% valoró que «hacer un grito de mono o lanzar plátanos a los jugadores negros es parte del apoyo a un equipo».
Además, el 18% opina que ser aficionado de un equipo autoriza a «decir a un jugador ‘gitano’ o ‘judío'» y a «insultar a un jugador por su nacionalidad u orígenes».
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El 20 de enero durante un partido del campeonato italiano entre Udinese y AC Milan, Maignan abandonó el terreno de juego, imitado por sus compañeros, después de haber sido el objetivo de gritos que imitaban el sonido del mono, forzando al árbitro a interrumpir el partido.
El encuentro se reanudó después de cinco minutos de pausa y Maignan pidió el día después a las autoridades italianas una reacción contra un problema recurrente en el país.
El Udinese prohibió después el acceso de por vida a cinco de sus aficionados y fue condenado a jugar un partido a puerta cerrada, sanción reducida tras una apelación al cierre de una tribuna durante dos partidos.
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Según este sondeo, el 74% de las personas estima que es normal que «los jugadores víctimas tomen posiciones firmes al respecto», pero el 22% cree que «como personalidades públicas pagadas por el entretenimiento, deben soportar todo lo que ocurra».
La mitad de las personas interrogadas (51%) valora que insultar a su propio equipo o al deportista al que apoyan después de un mal resultado forma parte de ser aficionado. Para el 46%, insultar a los árbitros forma parte de acudir a un estadio.