Mallorca, España
La afición del Mallorca ha tributado una calurosa despedida al equipo, que este viernes ha emprendido desde Son Moix el viaje a Sevilla para disputar mañana la final de la Copa del Rey frente al Athletic Club de Bilbao en el estadio de La Cartuja.
Centenares de seguidores convocados por la peña Moviment Mallorquinista esperaron en la puerta 0 del estadio mallorquinista la salida del autobús que transportó a la expedición del Mallorca hasta el aeropuerto de Palma.
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Con los cánticos de «Sí se puede», «Mallorca, Mallorca», banderas, bufandas y una euforia generalizada, los hinchas desearon la mejor de las suertes al equipo del mexicano Javier Aguirre en su intento de conquistar la segunda Copa del Rey de su historia, tras la conseguida en Elche frente al Recreativo de Huelva en 2003.
El Mallorca se ejercitará esta tarde en el estadio de La Cartuja y los jugadores no estará solos. Algunos aficionados ya lucen los colores rojinegros en la capital hispalense, hasta donde han llegado por avión, barco y carretera. Otros miles lo harán en las próximas horas.
Se espera que unas 21.000 personas ocupen los asientos del Gol Norte del estadio sevillano para animar a los bermellones en la cuarta final copera de la historia.
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La isla de Mallorca también se ha volcado con el equipo. Varios ayuntamientos, entre ellos el de Palma, han colgado banderas en los balcones con las leyendas: «Venim de l’infern, per tocar el cel» («Venimos del infierno para tocar el cielo») y «Visca el Mallorca».
Muchas viviendas lucen en sus fachadas banderas bermellonas, al igual que los 180 autobuses municipales de la capital balear engalanados con escudos del club y cintas rojas.