Giorgio Galanti, exdirector de medicina deportiva en el hospital Careggi de Florencia, había sido acusado de homicidio involuntario por darle al jugador dos certificados de «idónea competencia» para jugar en la Serie A (Primera división).

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Astori, capitán del equipo en aquel momento, falleció a los 31 años por cardiomiopatía arritmogénica ventricular, patología que no fue diagnosticada.

La autopsia confirmó la muerte del defensa por «un significativo proceso de ralentización del latido del corazón ocurrido en la noche entre el sábado 3 y el domingo 4 de marzo» de 2018.

En ese momento se encontraba en una habitación individual de un hotel de la ciudad de Udine (norte), en el que se alojaba con su equipo para un partido previsto ese domingo contra el Udinese, en el estadio Dacia Arena.

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El jugador compitió en la Serie A con el Cagliari (2008-2014), el Roma (2014-2015) y el Fiorentina (2015-2018), además de acumular catorce partidos con la selección italiana y marcar un gol en el partido por el tercer puesto de la Copa Confederaciones ganado por los «azzurri» contra Uruguay en 2013.

La muerte del capitán del Fiorentina sacudió el mundo deportivo italiano y miles de personas, entre jugadores, directivos, entrenadores, políticos y aficionados acudieron al funeral, oficiado en la basílica de Santa Croce en Florencia.