Ciudad de Panamá, Panamá

Óscar McFarlane, ex portero de la selección de fútbol de Panamá, ha pasado de detención provisional a arresto domiciliario en el marco de un caso relacionado con supuestos amaños de partidos en el fútbol panameño, según informó el órgano Judicial panameño este viernes.

Otro implicado en el caso ha recibido restricciones en su actividad futbolística, según la misma fuente. McFarlane fue arrestado junto a otros dos jugadores a principios de septiembre durante la denominada Operación Garra, que surgió tras denuncias de la Federación Panameña de Fútbol (FPF).

Vea además: Pep Guardiola cree que los futbolistas deben liderar el cambio del calendario

El Tribunal Superior de Apelaciones del Primer Distrito Judicial revocó la medida de detención provisional impuesta por una jueza de garantías y, en su lugar, impuso la medida cautelar de retención domiciliaria. «Se trata de un ciudadano de 43 años, detenido en la investigación por la presunta comisión de delitos financieros», señala el comunicado del órgano Judicial.

Los jugadores detenidos en la operación enfrentan cargos por delitos contra el orden económico, específicamente por delitos financieros relacionados con presuntos arreglos de partidos en la Liga Panameña de Fútbol (primera división) y la Liga Prom (segunda división).

Además, a otro de los jugadores implicados se le ha prohibido jugar al fútbol profesional, y se le han impuesto medidas cautelares, incluyendo reportes periódicos ante el Ministerio Público los días 15 y 30 de cada mes, así como la prohibición de salir del país y de comunicarse con personas involucradas en el caso.

Le interesa también: Vincent Kompany, entrenador del Bayern Múnich, pide limitar los partidos anuales de los futbolistas

Las autoridades del Ministerio Público panameño han revelado que los arrestados ofrecían y prometían a jugadores de la liga sumas de dinero que variaban entre 1,500 y 4,500 dólares para influir en los resultados de los partidos, ya sea por tiempo o resultado final.

La FPF calificó la aprehensión de varios jugadores y un exjugador como un «hecho histórico» para el fútbol panameño. El presidente de la federación, Manuel Arias, ya había denunciado desde agosto de 2023 la manipulación de partidos como un problema grave en el deporte nacional.