Barcelona, España

Aún no puede votar, pero Lamine Yamal ya es una estrella global. Este sábado, enfrenta su primer ‘Clásico’ como figura destacada del FC Barcelona, el cuarto desde su debut y el segundo en el Santiago Bernabéu. Su vida ha cambiado drásticamente en solo unos meses, ya que ha pasado de ser un jugador de la cantera a convertirse en una estrella emergente.

El extremo está ansioso por enfrentarse al Real Madrid en su propio estadio, el Bernabéu. «Es cierto que hay el Barça-Espanyol o el Atlético-Real Madrid, pero un Barça-Madrid es especial para todos, independientemente de la categoría o del deporte», dijo en una entrevista publicada por el club.

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“La rivalidad ha estado presente desde la infancia, y tienes un fuerte deseo de ganar. Desde el lunes, has estado pensando en el partido, aunque es cierto que ha habido dos compromisos muy importantes esta semana, pero el ‘Clásico’ es el ‘Clásico’, y todos queremos ganarlo”, añadió.

Con solo 17 años, Lamine Yamal ya se ha convertido en una de las estrellas del plantel, pero aspira a aún más: «Espero estar aquí toda mi vida y ser recordado como una leyenda en la historia del Barça.»

«Estoy aquí desde los 6 años, y he soñado con ganar títulos. Cuando recibo el balón, la multitud estalla, y siento una sensación que nunca había sentido antes. Es como si mi madre estuviera allí diciéndome que voy por el oponente. Es una sensación que no puedo describir, pero es increíble», relató.

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Este será el cuarto ‘Clásico’ de Lamine Yamal, y recordó el primero en Montjuïc: «Nunca había sentido nervios en un partido, pero cuando pisé el campo y vi las caras de los rivales… me di cuenta de que son realmente buenos. Me puse un poco nervioso, pero luego olvidé todo y simplemente lo disfruté. Se puede sentir la calidad en estos partidos; se deciden por detalles. En el partido de vuelta, estaba más asentado y fui yo mismo.»

«Los veteranos nos han recibido muy bien a los jóvenes, y eso se agradece», dijo sobre la acogida de los jugadores experimentados en el vestuario. «Es cierto que somos chicos, pero nos gusta ser tratados como adultos. Jugamos al fútbol, y para eso no hay edades», concluyó Lamine Yamal.