Londres, Inglaterra
El capitán del Ipswich Town, Sam Morsy, ha generado polémica tras negarse a portar el brazalete con los colores de la bandera arcoíris durante la campaña “Stonewall Rainbow Laces”, promovida por la Premier League para apoyar la inclusión y visibilidad de la comunidad LGBT.
Esta iniciativa, que se llevó a cabo entre el 29 de noviembre y el 5 de diciembre, busca fomentar el respeto y la diversidad en el deporte, siendo el uso del brazalete con la bandera arcoíris uno de sus gestos simbólicos más representativos.
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Sin embargo, Morsy, internaconal por Egipto, fue el único de los veinte capitanes de la Premier League que no lo hizo y justificó su decisión citando sus creencias religiosas, lo que ha dividido las opiniones entre los aficionados y analistas deportivos.
«Somos un club completamente inclusivo que damos la bienvenida a todo el mundo. Apoyamos la campaña de la Premier League y a la comunidad LGTB por su promoción de la inclusión. Durante este año, miembros de nuestros equipos masculinos y femeninos visitaron las sesiones de fútbol semanales de la fundación LGTB, mientras que el club hizo una petición de solidaridad e inclusión junto al Nottingham Forest antes del partido del sábado», dijo el Ipswich en un comunicado.
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«Al mismo tiempo, respetamos la decisión de nuestro capitán, Sam Morsy, que ha decidido no llevar el brazalete de arcoiris debido a sus creencias religiosas», añadió el club inglés.