“Se fue a las once de la noche sin zapatos, le escribí”, continuó Sportiello. “Olvidaste tus zapatos”, le advertía en aquel último mensaje. El jugador de 31 años, ya en su habitación número 118, le contestó: “Gracias, no los necesito, los buscaré en la mañana, antes del desayuno”
Italia
A medida que pasan las horas aparecen nuevas revelaciones sobre la repentina muerte del capitán de la Fiorentina, Davide Astori. En este caso, los carabinieri de Udine, ciudad en la que se situaba el plantel, interrogaron a Marco Sportiello, la última persona que estuvo con el defensor en la noche previa a su fallecimiento.
El italiano falleció a los 31 años en la habitación del hotel La di Moret. Su equipo debía jugar el domingo un partido de la 27.ª fecha de la Serie A. Su cuerpo fue llevado al hospital de la ciudad para ser sometido a una autopsia.
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Las horas dentro del hotel transcurrían como si nada fuera a pasar. Por la tarde, tanto Davide Astori como varios jugadores del plantel se juntaron en el lobby para ver la victoria de la Juventus por 1-0 sobre la Lazio y, posteriormente, el triunfo de la Roma ante el Nápoles, por 4-2.
Una vez concluidos los partidos, tocaba la cena, y al término de ella, una hora libre antes de dormir. Fue en ese momento en el que Marco Sportiello, el arquero de la Fiorentina, tomó protagonismo.
El joven de 25 años fue la última persona que vio con vida a su capitán. “Después de la cena, Davide vino a mi habitación para jugar a la playstation y estaba bien”, le aseguró el ex futbolista de Atalanta a los carabinieri que lo interrogaron al día siguiente, según el portal italiano Corriere.it.
“Se fue a las once de la noche sin zapatos, le escribí”, continuó Sportiello. “Olvidaste tus zapatos”, le advertía en aquel último mensaje. El jugador de 31 años, ya en su habitación número 118, le contestó: “Gracias, no los necesito, los buscaré en la mañana, antes del desayuno”.
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Hasta allí nada era extraño, sin embargo, a la mañana siguiente, Astori nunca golpeó la puerta de su compañero de equipo para buscar lo que se había olvidado. Tampoco bajó a desayunar, ni contestó su teléfono cuando lo llamaron, ni abrió cuando le gritaron que saliera.
Ayudado por el personal del hotel, que dio acceso a la habitación con una llave maestra, el masajista fue el primero en ver la terrible escena, mientras que el médico de la institución no tuvo oportunidad de llevar a cabo las maniobras de resucitación, debido al tiempo que había transcurrido de su muerte.
Finalmente, el cuerpo del jugador fue trasladado a la morgue de Udine de Santa Maria della Misericordia. Allí se realizará la autopsia para encontrar cuál fue el motivo de su deceso. Con el partido suspendido, la delegación retornó a su ciudad en un silencio angustiante.
