Pese a su mal arranque y a empezar perdiendo, los merengues se llevaron el triunfo del Nuevo Zorrilla con los tantos de Varane, Benzema (2) y Modric

España

Real Madrid remntó y golea 1-4 al Valladolid en el primer partido después de perder en una semana todas las opciones en los tres títulos. Los blancos fueron eliminados de la Copa por el Barcelona, en la vuelta de los octavos de Champions por el Ajax y de la Liga por los azulgrana tras caer en el Bernabéu.

Después de la semana negra al conjunto blanco, aún dirigido por Santiago Solari, le queda una travesía en la que el objetivo, cuanto menos, debe ser asegurar su presencia en la Champions la temporada que viene.

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En Zorrilla compareció un Real Madrid plagado de bajas y roto, tanto que la primera media hora fue poco menos que un juguete ante el que el Valladolid jugó a placer. El equipo de Sergio González, también necesitado de la victoria, tuvo todo para ahondar en la herida madridista. Pero, para su desgracia, Rubén Alcaraz envió alto a los doce minutos un penalti y el VAR anuló dos tantos (minutos 13 y 19) de Sergi Guardiola.

Justo antes de la media hora, el ceutí Anuar marcó el 1-0 justo premio a la superioridad pucelana. Sin embargo, en una acción confusa, tras un saque de esquina, el Madrid encontró el camino de la recuperación. El francés Raphael Varane firmó el empate y los hombres de Solari empezaron a mandar.

Su compatriota Karim Benzema completó la reacción con un doblete al inicio del segundo periodo. El croata Luka Modric marcó el definitivo gol antes del final, cuando ya jugaba el Real Madrid con inferioridad por expulsión del brasileño Casemiro.

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Los merengues ocupan la tercera posición con 51 puntos, cinco menos que el Atlético de Madrid, segundo. Por su parte, el Valladolid vuelve a complicarse la vida. Sigue 16 con 26 puntos, pero ahora sólo un punto por encima del descenso. La victoria del Villarreal en casa del Levante ha apretado muchísimo la cola.

Todas las miradas apuntaban a Solari, con la fecha de caducidad marcada y al que una derrota mandaba a a casa. Por eso celebró los goles con algo de rabia y, sobre todo, liberación. Cualquier tabla de salvación valía para escapar del naufragio.