Las relaciones entre el PSG y la estrella brasileña ha llegado a su punto más tenso
París, Francia
El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, endureció su postura frente al jugadores estrella del equipo, el brasileño Neymar y mira al futuro con conciencia, sin la necesidad de pensar en sumar a grandes figuras.
«Quiero jugadores dispuestos a dar todo para defender el honor de la camiseta y unirse al proyecto del club. Aquellos que no quieran o no entiendan, lo hablamos. Por supuesto, hay contratos que deben respetarse (firmó con el PSG hasta 2022), pero ahora la prioridad es nuestro proyecto», decía Al-Khelaifi en lo que es una nueva complicación para Neymar, quien lleva un mes difícil por problemas extradeportivos y por una lesión que lo dejó sin Copa América.
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«Nadie lo obligó a firmar aquí. Nadie lo empujó. Él vino a sabiendas para unirse a un proyecto», explicó el presidente del equipo parisino, en un fortísimo contraste con lo que decía cuando el idilio estaba vigente, en la presentación del jugador en 2017.
El ex del Barcelona, que costó 222 millones de euros, es el caso más evidente de una política derrochadora y cegada por el brillo de las estrellas que ahora apuestan por cambiar porque su apuesta no trajo a cambio el rendimiento europeo esperado.
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«Necesitábamos un electroshock. Nos faltó carácter y autoridad a todos, a mí el primero. No quiero más estrellas, en el mal sentido de la palabra. Tendremos magníficos fichajes, con una mentalidad ejemplar». Importante definición la de mentalidad ejemplar, pues los principales problemas de Neymar no tienen que ver con lo que se le ve en el césped.
Para esta nueva era, Al-Khelaifi despidió a Antero Henrique y contrató de nuevo a Leonardo con miras al rearmado de su plantel: «La idea no se me ocurrió un día. Me di cuenta de que los cambios eran esenciales, de lo contrario no íbamos a ninguna parte. Era hora de cambiar. En un determinado momento, todos los clubes deben darse un nuevo impulso. No podríamos seguir así».