Desde que llegara a Barcelona, Luis Enrique ha tenido que aguantar irremediablemente las comparaciones con Pep Guardiola. Exjugador azulgrana como él, de fuerte sentimiento culé y con un futuro prometedor en los banquillos. Las similitudes en sus trayectorias como técnicos del Barça podrían aumentar también en la hora de la despedida. Luis Enrique podría irse exactamente igual que lo hizo Guardiola: con un único título de Copa.
Ambos aludieron al desgaste como principal motivo para poner punto y final a su aventura en la Ciudad Condal. Los dos han incluido una variante en el posicionamiento de Leo Messi en el terreno de juego. Tanto Pep como ‘Lucho’ saben lo que es ganar una Champions League con el Barça. Y así se amontonan las semejanzas hasta llegar a la temporada del adiós.
Cuando Guardiola puso fin a su etapa en el Barça, después de tres temporadas repletas de éxitos, el conjunto azulgrana cerró su año más discreto con él en el banquillo. Eliminados de Champions, la Liga pasó a manos del Real Madrid, la Liga del récord de puntos de José Mourinho. Tuvo que conformarse el aficionado azulgrana con cerrar una etapa gloriosa en el Vicente Calderón, ganando la Copa del Rey ante el Athletic.
Ahora, algo más de cinco años después, la historia se repite. Esta vez es Luis Enrique el que ocupa el banquillo. En esta ocasión, el rival es el Alavés. Pero el escenario y el contexto son idénticos. Con Europa lejos de su alcance, con el Madrid acariciando el título de Liga y con una noche copera en el Vicente Calderón como único consuelo.
A falta de un mayúsculo favor del Málaga o de una campanada del Alavés, Luis Enrique emulará a Guardiola en su despedida. Y es que, como se suele decir, cualquier tiempo pasado fue mejor. Que se lo digan al técnico azulgrana.