La próxima edición de la Copa Confederaciones, en junio en Rusia, puede ser la última si prospera el plan de la FIFA de aprovechar los años anteriores al Mundial y a la Eurocopa para disputar un nuevo Súper Mundial de Clubes con los 16 o 24 mejores equipos del mundo. El proyecto está en la mesa de los dos asesores para competiciones de la organización, Boban y Van Basten, que ya han convencido a Infantino. Para cuajar el proyecto falta negociar con la Confederación Sudamericana, que debería aceptar jugar la Copa América en los años en los que se disputa la Eurocopa.
El Mundial de Clubes cuenta actualmente con siete contendientes: los campeones de las seis confederaciones continentales (en la última edición se proclamó campeón el Real Madrid) y el campeón de liga del país organizador. El nuevo proyecto, en el caso de que sea con 16 equipos, sería con cuatro grupos de cuatro clubes. Si fueran 24, se haría con ocho grupos de tres. Tendrían plaza asegurada en el torneo, que volvería a llamarse Copa Intercontinental, los dos últimos campeones de la Champions, los de la Europa League y los de la Copa Libertadores, y posiblemente también los finalistas de cada una de estas tres competiciones. Si se optara por la fórmula de 16 selecciones, las Confederaciones de Asia, África y Centro y Norteamérica tendrían un sólo representante, el campeón de su continente o subcontinente.