El astro argentino buscará seguir haciendo historia en la institución culé después de confirmar que se queda en el Barca
Barcelona, España
Con la confirmación de que Lionel Messi, goleador insaciable, capitán con 34 títulos e interminables récords, continuará un año más en el Barcelona podrá acceder a un logro personal y que solo posee el legendario Pelé.
El mítico futbolista brasileño marcó 643 goles en Santos, un record para un futbolista en un mismo club y que permanece inalterable desde hace cinco décadas. Al menos hasta ahora.
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Messi llegó a 634 tantos con lo conseguido en la revancha de octavos de final frente a Napoli y ese número parecía quedar quieto para siempre con la decisión de hace semanas respecto a su salida del club blaugrana.
El crack argentino, desde su debut en 2004 en Barcelona, consiguió 444 goles en la Liga, 115 en Champions, 53 en la Copa del Rey, 14 en la Supercopa de España, cinco en el Mundial Clubs y tres en la Supercopa de Europa.
La alta vara que dejó O Rei fue con el Santos de Brasil en las décadas del 50, 60 y 70, donde jugó buena parte de su vida antes de partir al Cosmos de Nueva York, en donde transitó los últimos años de su carrera.
Otras dos marcas
Otro récord será convertirse en el futbolista con más presencias en la historia del club: con 731 participaciones, el astro argentino está a sólo 36 encuentros de superar a Xavi Hernández, el ex volante del conjunto blaugrana que encabeza la lista con 767 partidos jugados.
El registro en el que también podría quedar al tope de las posiciones es, tal vez, el más complicado de conseguir. Por el pasado reciente del equipo y por el futuro que es una incógnita. Hasta el momento, Ryan Giggs es el jugador que más títulos festejó en un mismo club: el galés ganó 36 campeonatos en su recorrido con el Manchester United, y Messi lo sigue de cerca con 34.
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Claro que para superar al histórico volante de los Diablos Rojos, la temporada del nuevo conjunto de Koeman debería ser perfecta. O sea, ganar el combo local de La Liga y Copa del Rey y recuperar el protagonismo perdido en Europa para levantar la famosa Orejona.
