Cádiz, España
Anthony Lozano (Yoro, Honduras, 25 de abril de 1993), conocido como «Choco» Lozano –un apodo que le viene de su hermano, a quien empezaron a llamar así con motivo del mítico portero hondureño Milton «Chocolate» Flores.
Flores–, había empezado esta semana con ilusión. El delantero había vuelto a Cádiz después de once días confinado en un hotel de Guatemala, donde dio positivo por coronavirus cuando estaba concentrado con su selección, y está motivado para jugar contra el Barça.
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Después de dar negativo y poder volver a Cádiz, este viernes ha vuelto a dar positivo en los test que el equipo pasó jueves. A pesar de que inicialmente el técnico Álvaro Cervera lo había dejado fuera de la lista, una última prueba este viernes ha acreditado finalmente que es negativo y ha entrado a última hora en la convocatoria.
Vienes de estar casi dos semanas confinado en Guatemala.
Tuve la mala suerte de coger el virus y me tuve que quedar confinado en la habitación del hotel, donde estábamos concentrados con la selección. No tuve muchos síntomas, un poco de malestar, un poco de dolor de cabeza, pero todo fue muy leve. Estuve así aproximadamente unos once días.
¿Cómo se mantiene la forma física?
Estaba en contacto con el preparador físico del club e iba haciendo lo poco que podía, pero es cierto que en una habitación estás muy limitado por razones de espacio, claro.
Y mentalmente, ¿Cómo es estar once días aislado en un hotel?
Es duro, es duro. Hasta que no lo vives no te das cuenta de lo que es. Llega un momento en el que te encuentras bien pero que no puedes salir, y piensas: ¡pero si no tengo nada! Pero eres consciente de que tienes que ser responsable y de que te toca quedarte confinado, dándole muchas vueltas a todo… Pero lo haces porque no quieres contagiar a nadie más, y es un problema a nivel mundial con el que nos ha tocado convivir.
Y con la familia, los amigos… ¿Cómo se lleva?
Estás en contacto con videollamadas: con mi mujer, mis hijas, la familia, los amigos… Por suerte, hoy en día hay muchos medios para poderse comunicar y eso lo hace todo más fácil de afrontar.
¿Cómo se mata el tiempo aislado en una habitación de hotel?
Leer un poco, jugar un poco a la Play, ver series, que acostumbro a mirar bastantes… Me enganché a una que se llama The Ranch… Miré bastantes temporadas.
Diste negativo y pudiste volver. La semana en la que jugáis contra el Barça.
Volví con mucha ilusión y el equipo nota que enfrentarse contra un rival como el Barça añade una motivación extra. El entrenador siempre prepara los entrenamientos pensando en el próximo rival pero, sobre todo, se centra en potenciar nuestras virtudes. Contra el Barça sabemos que habrá que correr mucho, no dejar espacios y aprovechar los contraataques, que es uno de nuestros puntos fuertes. Somos un equipo que, excepto contra el Atlético de Madrid, donde cometimos algunos errores, hemos demostrado que somos sólidos defendiéndonos.
Messi no jugó el miércoles y llegará descansado.
¡Eso sí es un problema! [ríe]. Messi, esté como esté, siempre es un peligro para cualquier equipo. Ojalá llegara un poquito cansado pero, al final, enfrentarse a un jugador como él siempre es un incentivo más.
Ya sabes lo que es marcarle un gol a Ter Stegen.
Hace mucho, pero me acuerdo. Fue en el Mundial sub-17 de Nigeria en 2009, perdimos 3-1 y yo marqué el gol por Honduras. Ha pasado mucho tiempo, ¡entonces tenía 16 o 17 años! Ahora él es uno de los mejores porteros del mundo. De hecho, en la liga española hay muchos porteros buenos. Y eso, a los delanteros, nos motiva: poder marcarle a un portero de renombre.
A Courtois le hiciste gol cuando ganasteis 0-1 en casa del Madrid hace unas jornadas.
Fue eufórico. Solo enfrentarte a estos equipos ya es un premio y, encima, ganarles, fue brutal. Somos un equipo que trabajamos muy bien, que siempre competimos y eso nos hace tener esperanzas de que podemos sacar un buen resultado sea cual sea el rival.
Entre otros equipos, jugaste media temporada en el filial del Barça en Segunda División.
Guardo muy buenos recuerdos. Estar en el Barça es una experiencia maravillosa, tuve la oportunidad de entrenar con el primer equipo y ahí te das cuenta del nivel que tienen estos jugadores, de su competitividad y de cómo entrenan. Es un orgullo vestir la camiseta del Barça, la mayoría de los recuerdos que tengo son muy positivos e hice buenos amigos como Aleñá, Cucurella o Fali, con quien ahora somos compañeros en el Cádiz.
Con el Girona debutaste en Primera. ¿Los vas siguiendo?
Sí. Al principio les costó un poco arrancar pero ahora parece que están empezando a conseguir mejores resultados. Creo que seguirán compitiendo para subir, a pesar de que se han ido algunos jugadores importantes, como Granell, que llevaba muchos años en el club o, antes, Portu, futbolistas que los ayudaron a subir a su momento. Pero ojalá que puedan volver a subir, tengo buenos amigos ahí, como Bernardo, y les deseo siempre lo mejor. Ellos me dieron la posibilidad de jugar en Primera División. (Tomado de ara.cat)