La ofensiva de la Hacienda española en contra de algunos de los jugadores más importantes del mundo ha revelado una verdad oscura de paraísos fiscales.
España.
Bastaron solo siete días para que el ambiente del Real Madrid se transformara de la total euforia a la incertidumbre. Solo había pasado una semana desde que el equipo merengue consiguiera la ansiada duodécima copa de Europa cuando Cristiano Ronaldo supo que había sido acusado de ocultar más de 14 millones de euros al fisco español.
El anuncio cayó como un balde de agua fría en el club y en el círculo del delantero portugués. Las portadas de los diarios, que por meses le dieron prioridad a pleitos tributarios de otros jugadores, esta vez se enfocaban en él. Cristiano, no acostumbrado a este trato, prendió las alarmas y dijo que buscaría la manera de salir del Real Madrid.
La situación de Cristiano llamó la atención del mundo entero. Para muchos españoles les es insólito que el futbolista mejor pago del mundo, que anualmente devenga más de 85 millones de euros, fuese acusado de no pagar a la Hacienda española una cifra equivalente al 15 % de lo que gana por temporada.
14,5 millones de euros en seis años, un número para muchos irrisorio teniendo en cuenta lo que ha ganado Cristiano en los últimos años. Sin embargo, esa cifra es la que lo tiene hoy en líos con el fisco, que lo acusa de no reportar esta cantidad correspondiente a sus derechos de imagen, es decir, a lo que sus patrocinadores le pagan.
Vea además: Cristiano Ronaldo pagará de forma preventiva los 14.8 millones
Pero esta acusación sobre Cristiano no es la primera en contra de un futbolista de élite. Paradójicamente, y como si estuviesen destinados a compartir experiencias eternamente, su rival, el argentino Lionel Messi, tuvo un problema con el fisco español muy similar y fue condenado hace poco a pagar 21 meses de prisión con una multa económica de 4,5 millones de euros.
Mientras que Messi era procesado, otro argentino del FC Barcelona, Javier Mascherano, aceptaba en enero pasado un año de cárcel por defraudar 1,5 millones de euros (1,7 millones de dólares), que entregó a Hacienda, con una multa de 815.000 euros (945.000 dólares). En ese momento, ni Messi ni Mascherano tuvieron que ir a prisión al ser crímenes con penas inferiores a los dos años.
Pero cuando se pensaba que el tema de la evasión de impuestos de los futbolistas había perdido interés, una serie de revelaciones en las últimas semanas han devuelto el foco de la prensa hacia los jugadores y sus actividades para evadir impuestos.
Pero no solo los futbolistas tienen velas en este entierro. Esta semana la Hacienda española acusó al entrenador portugués José Mourinho por lo mismo: ocultar dinero proveniente de sus derechos de imagen al fisco español. La Fiscalía de ese país denunció al exentrenador del Real Madrid por defraudar supuestamente 3,3 millones de euros mientras trabajó en España. Estos dineros provendrían de los derechos de imagen y se habrían utilizado para empresas con sede en paraísos fiscales para ocultar esa cantidad de dinero. Una estrategia que se repite en varios casos de algunos futbolistas.
La cruzada de Hacienda contra el fútbol
Según aparece en un informe del diario El País de Madrid, la cruzada de Hacienda con el fútbol comenzó a principios de 2014. España estaba atravesando una grave crisis y desde el Ministerio de Hacienda criticaban que mientras el resto de la población sufría recortes y subidas de impuestos, los futbolistas de élite aprovechaban los resquicios legales para eludir tributos.
En aquel momento, Hacienda endureció el tratamiento fiscal de las sociedades que gestionan los derechos de imagen de los futbolistas, la conocida regla del 85/15.
En pocas palabras, esta regla les permitía a los futbolistas declarar a partir del 85 % del total del su salario anual. De ese modo, si un futbolista ganaba 10 millones de euros, la tributación debía hacerse a partir de los 8,5 millones de euros, esto es, 4,42 millones de euros. El 15 % restante, correspondiente a los derechos de imagen, sería consignado por el club a una sociedad del futbolista y se tributaria a partir del 30 % de ese 15 %.
Así se estableció el criterio en torno a que las comisiones que se llevan los agentes por los fichajes y las renovaciones de los futbolistas se consideraran como ingresos del futbolista. Este cambio de interpretación perjudicó a más de una estrella del fútbol.
La Agencia Tributaria aplicaba estos dos cambios de criterios en las investigaciones que abrió a la mayoría de futbolistas de élite. Pronto aparecieron en los medios los casos de jugadores como Sergio Ramos, Iker Casillas, Xabi Alonso, Iniesta, Piqué o Mascherano entre otros.
Le puede interesar: James Rodríguez también en la mira del fisco
La mayoría de estos deportistas optaron por pactar inmediatamente el pago de sus deudas tributarias para eludir las penas de cárcel. Muchos otros casos de futbolistas famosos quedaron en el anonimato.
El año pasado con el estallido de la investigación denominada “Football Leaks”, liderada por EIC, un equipo de periodistas de diferentes medios europeos, destapó una nueva olla podrida. Los documentos, publicados por medios como El Mundo y Der Spiegel hablaban de una filtración de documentos que ponían de manifiesto las estrategias para evadir impuestos por parte de estrellas del fútbol mundial.
Y en las últimas semanas, figuras como Cristiano Ronaldo, Mourinho, Radamel Falcao García, Ángel di María, Fabio Coentrao, Pepe y otros cuantos han sido señalados por la Hacienda española de haberse aprovechado de esta estrategia.
Sin embargo, los casos de los jugadores anteriormente mencionados tienen un común denominador: Jorge Mendes. El entramado, que con muchas similitudes protege los ingresos publicitarios de los clientes, es parte del método que el agente más rico del mundo (con ganancias de 85 millones de euros anuales según Forbes) ha utilizado con la mayoría de sus clientes y que hoy lo tienen en el ojo del huracán de la justicia española.
El método Mendes
De acuerdo con la investigación “Football Leaks”, el método de Jorge Mendes viene repitiéndose desde el año 2004, poco después de que el súper agente portugués logrará su primer gran éxito ubicando a José Mourinho en el Chelsea inglés.
Según los documentos de Football Leaks, Mendes y sus asociados idearon un procedimiento complejo para ocultar los beneficios de sus representados y así quedarse con una tajada. De acuerdo con una investigación publicada en el diario El Mundo, en la actualidad todos los representados por la firma de Mendes tienen abierta una investigación por fraude al fisco.
La ruta comienza en Irlanda, un país que ofrece beneficios tributarios como ningún otro dentro de la Unión Europea. Mientras que el impuesto de sociedades en ese país es del 12,5%, en España y en Inglaterra es del 20 %.
Lea también: Mourinho se defiende de las acusaciones de fraude fiscal
En Irlanda se encuentran radicadas dos empresas del círculo de Mendes, Multisports & Image Management (MIM) y Polaris Sports. Estas son las encargadas de hacerse con el manejo del 60 % de los derechos de imagen del futbolista y el 40% restante corresponde para el club dueño de su pase. De ese modo, señala EIC, Mendes se asegura trabajar dentro de la Unión Europea, disfrutar de una baja carga tributaria y quedarse con un jugoso porcentaje de los derechos de imagen de sus representados.
El segundo paso del método Mendes se da en el Caribe, específicamente en las Islas Vírgenes Británicas. El dinero que ingresa a las empresas en Irlanda es reenviado a sociedades establecidas en paraísos fiscales. En ellos, según Football Leaks, el rastreo de los balances contables es casi imposible. Finalmente, de allí, toda la plata es trasladada a bancos suizos.
Tomado de: Semana Colombia