En el 2015 el equipo del Barcelona ganó su quinta Champions. Luego de ese momento, el conjunto blaugrana invirtió 175 millones de euros en fichajes y los resultados no fueron los esperados tal y como se explica en una nota de Diario Sport.

Los catalanes gastaron 52 millones el verano del 2015 en Arda Turan (34) y Aleix Vidal (18) y 123 en el verano del 2016 en Paco Alcácer (30), André Gomes (35), Digne (17), Denis Suárez (3), Cillessen (13) y Umtiti (25). Solo este último jugó en el fallido intento de remontada ante la Juventus… La conclusión está muy clara: los refuerzos no han servido para (casi) nada y en el próximo mercado el Barça deberá hacer un nuevo desembolso importante para aportar más competitividad a la plantilla.

La responsabilidad de los nuevos fichajes recaerá, íntegramente, en Albert Soler y Robert Fernández, los dos máximos responsables futbolísticos del club. Que, además, tendrán otra tarea tan importante (o más) que la de incorporar nuevos futbolistas: decidir el entrenador que sustituirá a Luis Enrique.

LAS VIEJAS VACAS SAGRADAS

La idea de que los titulares son tan buenos que resultan insustituibles ya no vale. Porque en estas dos últimas temporadas, el equipo blaugrana ha fracasado en la Champions, cayendo en ambas ocasiones en cuartos de final, primero contra el Atlético y después contra la Juventus. Los fichajes debían servir para ofrecer alternativas al técnico, pero ninguno ha aportado la calidad suficiente para desbancar a las ‘vacas sagradas’, que siguen jugando la mayoría de los minutos a pesar de las polémicas rotaciones de Luis Enrique.