El capitán de la selección Argentina, Lionel Messi, no viajará a Zúrich para ensayar una defensa que le permita reducir las cuatro fechas de suspensión que le aplicó de oficio la FIFA por insultar a un árbitro asistente brasileño en el encuentro de eliminatorias que el representativo nacional le ganó a Chile por eliminatorias sudamericanas en el estadio Monumental y presentará ese descargo a través de una videoconferencia.
También anunció que no estará presente en la sede de FIFA en Suiza el presidente de AFA, Claudio Tapia, quien en la primera gestión de su mandato había viajado a Barcelona justamente para convencer a Messi de que se presentara ante el Tribunal disciplinario como acto de buena voluntad para lograr benevolencia en el fallo, pero su intento no tuvo éxito.
Messi argumentó que no viajará por «problemas personales», por lo que estará representado por Andrés Urich, flamante asesor legal de la AFA, quien ya viajó a Barcelona para acompañar a Juan de Dios Crespo, abogado de un estudio español contratado desde Argentina.
Del resultado de lo que acontezca este jueves en Zúrich también estará atento en España el actual entrenador de Sevilla y próximo de la selección argentina, Jorge Sampaoli, quien por estas horas está pendiente de la clasificación del equipo español a la Champions League 2018, ya que marcha cuarto en la liga con tres puntos menos que Atlético de Madrid y por ahora está ingresando a la fase clasificatoria de esa competencia.