El Atlético Nacional se coronó campeón de la Recopa Sudamericana 2017 al vencer 4-1 al Chapecoense de Brasil, en una disputa marcada por el recuerdo de la tragedia aérea que hace cinco meses diezmó al club brasileño.
El equipo verdolaga alcanzó el título 27 en su historia, el séptimo internacional y el primero en esta competencia para un conjunto colombiano, tras darle vuelta al 2-1 encajado a principios de abril en la Arena Condá de Chapecó.
El preludio de este enfrentamiento estuvo otra vez fuera de las canchas. El once brasileño volvió a pisar tierras colombianas, cinco meses después de que el avión que los transportaba chocara en un cerro aledaño a Medellín, dejando 71 personas muertas, la mayoría miembros del club.
Homenajes, reencuentros, visitas, misas y nostalgia se apoderaron de la agenda de la delegación brasileña, que agradeció una vez más la solidaridad antioqueña pero que recordaba que estaba en juego la obtención de su primer título internacional ganado en una cancha, pues la Copa Sudamericana 2016 se le adjudicó tras el siniestro.
Aunque el recuerdo de las víctimas es imborrable, en la cancha la resistencia brasileña duró un suspiro, un simple ataque del equipo local. Macnelly Torres, el cerebro de Nacional, habilitó con un pase suave a Dayro Moreno. El delantero soltó un derechazo que contó con la complicidad del arquero Artur Moraes para escabullirse por el primer palo.
Nacional dio dos golpes más de autoridad. Moreno, de cabeza, anotó su segundo gol de la jornada (66) después de que Arley Rodríguez le acomodara un centro de Ibargüen. El extremo, figura de la cancha, marcaría el 4-0 parcial (79) con un globo ante Moraes que provocó ovaciones de los asistentes.Tulio de Melo definió ante un descuido de la zaga verdiblanca y marcó el 4-1 definitivo.
Los miles de espectadores aplaudieron el gol brasileño, así como la tímida y respetuosa celebración en la tribuna del alcalde de Chapecó, Luciano Buligon, que se fundió en un abrazo con su homólogo de Medellín, Federico Gutiérrez.
Atlético Nacional obtuvo un nuevo título internacional para su colmada vitrina, celebrado con mesura por sus jugadores, que mantuvieron siempre en su cabeza y corazones a sus colegas caídos.