El presidente del Bayern Múnich, Uli Hoeness, está dispuesto a sacar el máximo provecho del fútbol de China y por eso quiere tener un jugador de ese país en la plantilla, pensando en que podría ser muy lucrativo.
Con el auge que ha tenido el fútbol chino en los últimos años, con jugadores de alto perfil, el país asiático se convierte en un punto de mira importante para los grandes equipos del mundo. No en vano, varios de ellos han decidido abrir oficinas en ese lugar.
Precisamente el equipo de Múnich es uno de los que ya tiene instalaciones y varias escuelas de fútbol. Por eso, empezará a reconocer talentos chinos que puedan unirse al conjunto en Alemania.
“Nosotros tenemos cuatro escuelas de fútbol en China y mi filosofía es buscar a un jugador de esos centros de formación que pueda venir al nuestro club. Cuando eso pase, captaremos muchos fans de allí”, dijo Hoeness.
Lo cierto es que el proceso de mercadeo que se empieza a mover en China no tiene límites. Y claro, el factor económico siempre será determinante. “Si jugamos un partido a las 14h., ‘prime time’ en Shanghai o Beijing, estarán 300 millones de aficionados pendientes de su jugador. Si ver el juego vale un euro, la ganancia será impresionante. ¿Se imaginan a dónde puede llegar todo esto?”, expresó el directivo.
Lo cierto es que la llegada de ese jugador no será en el corto plazo, pero sin duda, el proyecto está encaminado y al parecer, sin punto final.