El presidente ruso, Vladímir Putin, volvió a ponerse los patines para disputar en Sochi (mar Negro) un partido benéfico de viejas glorias del hockey en el que marcó siete goles.
Putin, que lució el dorsal número 11 en el equipo «Leyendas del Hockey», jugó en la delantera, se mostró muy activo e incluso llegó a perder el equilibrio en una ocasión.
Compartió equipo con históricos jugadores como Viacheslav Fetísov, varias veces campeón olímpico con la URSS, o Pável Buré, campeón mundial y subcampeón olímpico con Rusia, además de políticos y empresarios.
El equipo liderado por el jefe del Kremlin ganó por 17-6 a una selección de jugadores en activo de la liga nacional y otros altos funcionarios.
El partido se disputó en el palacio de hielo Bolshói de Sochi, donde se disputó la final de hockey de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014.
Putin, conocido aficionado al esquí alpino y a deportes como el judo, participó por primera vez en este partido benéfico en 2011, pocos meses después de que aprendiera a patinar, según el Kremlin.