La aventura de Iker Casillas en el Oporto toca a su fin. El guardameta tiene hasta mediados de julio para decidir de forma unilateral si ejecuta la cláusula -disputó el mínimo de partidos necesario- que le permitiría renovar su contrato de forma automática por una temporada más. Sin embargo, todo apunta a que el español, dos campañas después de abandonar el Real Madrid, visualiza nuevos horizontes.
Su salida supondría un contratiempo para el Oporto en la parcela deportiva, pero le permitiría aliviar su maltrecha economía. Los dragones necesitan aligerar masa salarial o, por el contrario, vender a alguna de sus estrellas.
Casillas deshoja la margarita en busca de un equipo acorde a sus expectativas. El portero, que en el pasado abrió las puertas a cerrar su carrera en Estados Unidos, no se va a dejar seducir por ofertas exóticas. Su firme intención es seguir jugando en Europa… y no en un equipo cualquiera. Su prioridad pasa por recalar en un conjunto que dispute competición europea, preferiblemente la Champions. Conviene recordar que ostenta el récord de partidos disputados en el torneo (168). Un registro que pretende seguir aumentando.
A Iker tampoco le vale una Liga cualquiera. La Premier League ocupa el primer lugar en su lista de prioridades, pero, a diferencia de lo que se ha publicado, no ha habido contactos con el Liverpool. El exmeta del Real Madrid también ve con buenos ojos una nueva aventura en la Serie A -tampoco existe ninguna oferta formal del Nápoles- o en la Ligue 1.