Horas previas al encuentro final del torneo Clausura 2017 entre Motagua y Honduras Progreso se generó un caos en las afueras del Estadio Nacional, una avalancha de aficionados que querían ingresar provocó que cuatro personas perdieran la vida por asfixia y enlutaran el fútbol hondureño.
Las autoridades hondureñas iniciarán una investigación sobre la venta de entradas falsas para la final del torneo Clausura entre Motagua y Honduras Progreso que dejó cuatro muertos por una avalancha humana en un portón del Estadio Nacional de Tegucigalpa, informó una fuente oficial.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Julián Hernández, dijo que la causa de la tragedia ha sido la masiva aglomeración de aficionados que con boleto comprado quería entrar a ver el partido a pocos minutos de que iniciara, cuando el Estadio Nacional ya estaba completamente lleno.
Añadió que se investigará la denuncia hecha por el club Motagua, que ganó la final por 3-0, sobre una falsificación de boletos, lo que habría sido la causa de la avalancha, que además dejó una veintena de lesionados, entre ellos una mujer embarazada que recibe asistencia en el Hospital Escuela Universitario.
El estadio tiene una capacidad para 30.000 espectadores y para evitar aglomeraciones el Motagua puso a la venta las entradas en las taquillas desde el viernes.
En un comunicado, el Motagua informó el domingo tras la tragedia, que personal del club «se percató y avisó a las autoridades competentes de forma inmediata, de la existencia de boletos falsos que permitieron que personas entraran al estadio» a ver la final «de forma ilegal».
La venta de boletos falsos habría hecho que muchos aficionados ocuparan «espacios que no les correspondían y por ende dejando a otros fuera del recinto», indicó el club capitalino, que ganó su decimoquinto campeonato y el segundo de manera consecutiva.
El Motagua también difundió una fotografía de dos boletos, uno original y otro que sería el falso, y recalcó que no hubo sobreventa de boletos por parte de la institución y que puede demostrar ese extremo ante las autoridades.
Añade el comunicado que el club «desde ya colabora con las autoridades para investigar los lamentables hechos sucedidos en el estadio que, por reglamentación, queda siempre bajo el control de la Policía Nacional desde 48 horas antes de cada encuentro deportivo, incluyendo accesos y facilidades en su totalidad».
Los cuerpos de los fallecidos fueron entregados a sus familiares la noche del domingo para su velatorio.
Lo ocurrido el domingo es el hecho más lamentable en una final del fútbol de Honduras, donde es más frecuente la violencia en algunos estadios, pero entre seguidores de clubes, a veces con saldo de muertos y heridos por enfrentamientos en las afueras de los estadios.
El entrenador del Motagua, el argentino-hondureño Diego Vásquez, lamentó lo ocurrido en la final, que para él fue la quinta consecutiva desde que asumió la dirección del club, en 2014.