En SPORTHIVA evaluamos el regreso de Carlo Costly, su peso en el vestuario y el efecto que causa entre la afición tras ponerse nuevamente la elástica de la H.
Tegucigalpa, Honduras
Carlo Jair Costly no solo es capitán, sino también figura indiscutible del equipo más importante del país, Olimpia, donde ha reverdecido sus laureles, volviendo a ser el atacante temible que todos conocíamos.
Hace unos días se dio a conocer que él y Jorge Luis Pinto limaron (en teoría) sus acumuladas asperezas, por lo que ‘El Cocherito’ fue convocado nuevamente a la H, la cual enfrentará en Couva, este viernes, a la enigmática selección de Trinidad & Tobago, a las 6:00PM hora hondureña. En esta nueva cita mundialista, perder no es una opción para la bicolor.
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Sin duda, en lo anímico, Costly es un aliciente para los aficionados y el grupo de jugadores, que lo quieren y lo idolatran como una de las figuras todavía activas de la generación gloriosa de nuestro fútbol, la que clasificó a Sudáfrica (se lo perdió por lesión) y a Brasil (donde anotó el único gol catracho en ese competición).
Pero más allá de lo anímico para el grupo y para la afición, tenemos que analizar en qué forma ayudará Costly a Honduras. Son tres los factores que podemos decir, recordemos que el jugador ya tiene 35 años y quiérase o no, existen cosas que el cuerpo ya no aporta por el paso del tiempo y más en un deporte de alto rendimiento como lo es el fútbol.
JUEGO AÉREO: Posiblemente el factor más importante de todos, históricamente Honduras es un equipo con mucho gol en esta demarcación pero se ha perdido con el paso de los años, posiblemente desde la salida de Carlos Pavón.
Costly es letal en este aspecto, su privilegiado físico (delgado y alto) le permite que en las alturas las cosas se le faciliten y que la defensa rival sufra, pero esto depende de algo que no tenemos: buenos centradores.
PRESIÓN PARA LA DEFENSA RIVAL: Costly es incómodo para cualquier defensa por su estatura y su capacidad de utilizarla en el ‘pressing’ a los defensores rivales, sino preguntémosle a la selección de México que lo ha sufrido desde ya hace varios años.
MOVILIDAD FUERA DEL ÁREA: A diferencia de Antony Lozano que es más jugador de área, Costly sabe jugar tirado a los costados, generando espacios para sus compañeros. Aquí es donde laterales como Emilio Izaguirre, Bryan Beckeles o Felix Crisanto pueden profundizar sus desbordes, así como extremos que pueden acompañarlo tal es el caso de Alberth Elis y Rommel Quito con quienes ya jugó en el Olimpia.
LA PAJILLA Y LOS GALONES: Tras hacer las paces, Carlo vuelve con su equipo favorito, Pinto genera nueva confianza al grupo y a la afición, tácticamente ganamos mucho y en lo anímico no digamos. La duda asalta sobre si el regreso del principal referente catracho llega muy tarde para nuestras aspiraciones. Aún así, el vestuario necesitaba esa referencia que marque el norte, que le dé rumbo a una nave que naufragó ante Estados Unidos y que apenas pudo mantenerse a flote tras empatar ante Costa Rica en San Pedro Sula.
Por ello, volver a ver esa pajilla en la boca del goleador merengue nos llena de confianza a 8 millones de hondureños, y nos vuelve a llenar de esperanzas. El fútbol tiene estas cosas…