Siempre surge la duda sobre cuáles son los mejores ejercicios para lograrlo: ¿cardiovasculares o pesas?
Madrid, España
Instructores personales y medicos, afirman que son los ejercicios musculares los que resultan más eficaces en la quema de grasa corporal. Otro de los beneficios de levantar pesas, añaden, es que el tiempo en la recuperación muscular es mayor, lo que consumirá calorías no sólo en la práctica, sino también horas después.
“Los entrenamientos con pesas son movimientos articulares en los que una carga ofrece resistencia para la flexión y para la extensión articular, utilizando el acortamiento y alargamiento muscular”, Con estos ejercicios se busca ganar fuerza, resistencia o volumen muscular, aunque la definición de los músculos solo se consigue teniendo una baja cantidad de grasa corporal.
Los resultados que se obtienen tras realizar este tipo de entrenamiento pasan por la mejora en la protección de una articulación concreta hasta la recuperación por una lesión, además de la pérdida de calorías y la mejora de la fuerza muscular. Se aclara que la utilización de las pesas no significa convertirse en una persona hiperdesarrollada a nivel corporal, un pensamiento que temen muchos.
Por su parte, los ejercicios cardiovasculares recomendados para la quema de calorías pueden ser la carrera continua, series o métodos de entrenamiento interválicos (HIIT). En éste último se alterna baja con alta frecuencia cardíaca, lo que determina el nivel de esfuerzo, ya que “no sólo importa la intensidad, sino también la duración”, comentan los expertos.
Lo ideal para conseguir eliminar la grasa corporal es hacer una combinación de ambos entrenamientos, primero con el levantamiento de pesas y después con el cardio. De esta forma, se aprovecha la glucosa como fuente principal de energía y, una vez esté baja, se continúa con el ejercicio cardiovascular. Realizándolo de esta manera, se produce un mayor consumo de grasa como energía.
Sin embargo, cada caso es particular, por lo que si una persona no se siente capaz de continuar con el cardio tras las pesas, también puede optar por practicarlo a la inversa. Aunque el resultado en la pérdida de calorías no será el mismo.
Pero lograr este objetivo no depende solo de la intensidad y la forma de ejercitarnos, sino de otro factor esencial a la hora de realizar cualquier actividad física: la motivación. Se insiste en señalar que “si una persona consigue mantener su nivel de motivación, disciplina y ganas de progresar, cualquiera de las dos opciones será válida para la quema”.
Además de eliminar la grasa de nuestro cuerpo, se asegura que las pesas consiguen otros resultados muy beneficiosos para la salud, como una posible mejora de los niveles de glucosa en personas con diabetes, reducir el dolor de la artrosis, una corrección postural y, en mayor medida, una mejora visible del torso con el consiguiente aumento de la autoestima.
El ejercicio cardiovascular, por su parte, mejora el sistema vascular y, por consiguiente, el estado del corazón, así como del nivel de resistencia en los tendones, la circulación sanguínea, la capacidad pulmonar y la eliminación de toxinas por el sudor.
Además, la práctica de salir a correr resulta ser una buena alternativa ante situaciones de estrés gracias a la liberación de endorfinas. Sin embargo, se destaca como principal beneficio para la quema de calorías “la elección por el cuerpo del abastecimiento energético de los ácidos grasos, ya que, después de un tiempo en la duración de la actividad, el cuerpo elegirá el consumo de grasa como energía, en depreciación del uso de glucosa”.
Errores comunes en la realización de ejercicios
Para que un ejercicio resulte cien por cien eficaz, hay que mantener cierto nivel de intensidad, entre 60-65 por ciento de la frecuencia máxima de la persona, en caso de estar haciendo cardio.
En el levantamiento de pesas se tiende a escoger pesos pequeños con el fin de definir. Cortés comenta que no es lo más correcto, ya que el estímulo que le damos al músculo puede no ser suficiente y, tal y como afirma el experto, “si un músculo recibe menos estímulo cada vez, disminuirá en cuerpo por una pérdida del volumen de la fibra muscular”.
Otro de los mitos erróneos es que con el sudor se produce una pérdida de calorías y de grasa. “Sudar no significa quemar”, recalca. En algunos casos, la sudoración solo se debe a una retención de agua o a un intento de auto refrigeración del propio cuerpo para que nuestra temperatura no aumente cuando realizamos una actividad física.
La práctica de estos ejercicios puede realizarla cualquier persona a cualquier edad, salvo si han sufrido alguna lesión que lo impida o bajo prohibición médica y siempre adaptándose a la capacidad de ese momento de cada persona. No hay que forzar al límite, sino ir avanzando en progresión.