Clavasquín ha anotado uno de los goles más importantes de la historia de Motagua, que regaló la sexta copa
Tegucigalpa, Honduras
El 25 de octubre de 1998, Motagua y Olimpia disputaron la gran final del torneo Clausura. Después de empatar la serie en los 90 minutos, todo se definió en el alargue con el gol de oro del defensor Reinaldo Clavasquín.
Se abrió un espacio entre la barrera olimpista y Clavasquín le pegó al balón con el alma. Anotó el gol y Motagua se coronó bicampeón. El disparo se coló a la izquierda del marco defendido por el panameño Donaldo González. Lamentablemente, después se vino el desastre del Huracán Mitch.
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Esta ha sido, quizás, una de las finales más vibrantes en la historia de la Liga Nacional, porque fue la primera que se definió con gol de oro. Precisamente este día se cumplen 19 años de esa hazaña azul, que les permitió alzar la sexta copa de campeón.
Los dos mejores equipos en ese momento protagonizaron la final. Ambos tenían planteles de lujo al mando de dos técnicos nacionales: Ramón Maradiaga y Chelato Uclés.
En el complemento Motagua pudo adelantarse en el marcador, tras fallar un penal. El portero argentino del Olimpia, Silvio Traverso, cometió una falta y el árbitro Óscar Bardales lo expulsó, al minuto 96.
Amado Guevara cobró el lanzamiento, con tan mala fortuna que el recién ingresado guardameta panameño Donaldo González adivinó la dirección del remate y evitó el gol.
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La superioridad numérica desgastó al Olimpia, lo que aprovechó el equipo azul para buscar una acción de peligro. Motagua, al minuto 107, consiguió una falta cerca del área, con la grama mojada por la brisa que caía en Tegucigalpa, más la potencia de Clavasquín, el balón tomó fuerza, se coló por debajo de Nerlin Membreño y superó la estirada del «Pana» González.
Sin duda alguna que Reinaldo Clavasquín fue el héroe de esa tarde-noche, el que desató el festejo de la hinchada motagüense, que no pudo celebrar como merecía por el Huracán Mitch. Sin embargo, los simpatizantes azules no olvidan este gol y el campeonato.