Goleó a una débil Grecia y esta cada vez mas cerca del mundial.
Tegucigalpa, Honduras
Se presumía interesante el Croacia-Grecia. Obviamente, los locales partían como favoritos por la enorme calidad de sus peloteros (Modric, Rakitic, Kalinic, Kramaric, Brozovic, Perisic…) pero se esperaba algo más (mucho más) de Grecia. Los de Skibbe acudieron a Croacia buscando llegar con vida a la batalla del domingo de El Pireo y lo acabarán haciendo con cuatro goles en contra y con la clasificación prácticamente imposible.
Esto se acabó dando más por demérito visitante que por méritos locales. El famoso entramado defensivo griego (apenas habían encajado seis tantos en los 10 partidos de la fase de grupos) se cayó en cuanto el meta Karnezis arrolló a Kalinic dentro del área y cometió penalti. Luka Modric marcó su primer gol de la fase de clasificación y adelantó a los croatas. Corría el minuto 13. Ahí se acabó el partido y, tal vez, la eliminatoria.
Como si de un castillo de naipes se tratara, el conjunto heleno se veía superado constantemente por el talentoso centro del campo local. Rakitic campaba a sus anchas y Brozovic parecía un jugador superlativo ante las facilidades que dejaban los rivales. Con esa facilidad, Kalinic resolvió de espuela un centro de Strinic por banda derecha y puso el 2-0.
Grecia cogió algo de vida
Marcó Sokratis, central del Dortmund, de cabeza a la salida de un córner botado por Fortounis. Corría el minuto 30 y todavía los helenos podían cogerle el ánimo a una eliminatoria que, futbolísticamente, no habían merecido nada. Y el balompié, justo esta vez, les dejó una alegría de apenas tres minutos.
Perisic, aprovechando un clamoroso error de la defensa helena (uno más), puso el 3-1 en el 33′. Kramaric, en el 49′, cerró el definitivo 4-1 que pudo acabar con un tanto más visitante si no fuera por el paradón de Subasic al remate de cabeza de Mitroglou cuando el partido ya moría.
Goleada local y, salvo sorpresa extraordinaria el domingo a las 20.45 en El Pireo, Modric y compañía estarán en Rusia 2018.