En el Sánchez Pizjuan perdían 3 a 0 y en el segundo tiempo rescataron el punto
Sevilla, España
Es el torneo donde todo es posible. La competencia en la que nadie tiene asegurada la victoria aunque lleve una ventaja importante, sino, pregúntenle al PSG. Esta vez, los héroes son los jugadores del Sevilla, quienes recuperaron un partido que perdían por 3 goles a 0.
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La idea era el triunfo para alejarse de una vez por todas del Spartak, equipo que para fortuna de los españoles solo pudo empatar ante el Maribor, rival que el Sevilla deberá vencer de visita en la última jornada para sellar su pase.
Apenas a los dos minutos del encuentro, los locales sufrieron un baño de agua fría. Firmiño alcanzó una pelota de cabeza y ponía en ventaja a los de Jurgen Klopp, quien resaltó por una acción deplorable; el técnico alemán encaró a uno de los recoge pelotas por entregarle rápido el balon a uno de los jugadores.
Pasaron 20 minutos para que el Liverpool marcara un gol gemelo al primero. En esta ocasión fue Firmino quien peinó el balón para que Mané cerrara en el palo izquierdo. La defensa del Sevilla tropezó dos veces en la misma piedra y el Sánchez Pizjuan en silencio.
En un contra golpe, al minuto 30, Mané disparó al arco, el portero rechazó y el esférico le quedó a Firmino para el doblete. Era una ventaja de 3 a 0 a la media hora del encuentro y todo indicaba que sería una goleada todavía mayor, como la que se estaba produciendo en Chipre.
Pero en el complemento todo cambió. Los de Berizzo se dieron cuenta que podían entrar al partido y que el juego aéreo también lo manejan. Ben Yedder de cabeza anotó el descuento al 52 y al 60, el mismo Yedder anotó para doblete y quitarle protagonismo a Firmino.
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No obstante, el heroismo estaba reservado para Pizarro, quien se encontró con la pelota en un centro y no dudó en disparar al marco para desatar la locura en el Sánchez Pizjuan. Era 3 a 3 definitivo que inyecta de moral a los sevillanos de cara a la última jornada.
