El brasileño Fabio Tordin, hunde al hondureño Alfredo Hawit al declarar sobre los sobornos que negoció el hondureño para ceder derechos de la Copa América

 

USA

Nuevos detalles surgen sobre el escándalo mundial conocido como FIFA Gate. Esta vez, son las declaraciones del directivo brasileño Fabio Tordin, las que sacuden el entorno del dirigente hondureño Alfredo Hawit.

El testigo en cuestión fue director ejecutivo de Traffic Sports USA y después funcionario de Media World. En noviembre del 2015 se declaró culpable y aceptó devolver 600.000 dólares. A partir de allí colabora con el gobierno norteamericano.

Tordin narró los hechos ocurridos en la reunión entre él y los tres jerarcas de Concacaf en aquel entonces, Alfredo Hawit (Honduras), Rafael Salguero (Guatemala) y Ariel Alvarado (Panamá). Al sudamericano lo acompañaba el colombiano Miguel Trujillo, relacionado con Traffic USA y Media World. Ambos (Trujillo y Tordin) trabajaron por su cuenta para acercar a Full Play, a los dirigentes centroamericanos.

Le puede interesar: Hasta en marzo sentenciarán a Hawit

Full Play es una empresa deportiva de Argentina que llegó a pagar hasta el jet privado en el que Hawit y compañía, se trasladaron al balneario más exclusivo del Cono Sur. Miguel Trujillo fue el mediador entre la corporación argentina y los dirigentes de Concacaf para llevar a cabo la negociación ya que el directivo colombiano tenía fuertes lazos con Hugo Jinkis y su hijo Mariano, dueños de Full Play.

“Hablé con Miguel Trujillo para invitar a Full Play. Queríamos organizar una Copa que juntara a Norteamérica y Sudamérica. Iba a llamarse Copa de las Américas”, relató Tordin.

Tras almorzar en la playa en Punta del Este, todos fueron a la casa de campo de Hugo Jinkis, “bella, con una casa, una parrilla, un lago y una glorieta”. El objetivo era “convencer a los tres que Full Play podía ser el brazo de marketing de la Concacaf”, dijo.

A Tordin lo dejaron a un lado, con las mujeres -las esposas de Hugo Jinkis, Hawit y Salguero-. Mientras, los Jinkis y los entonces potentados de la Concacaf hablaban de negocios, y firmaron en la glorieta un documento, señaló.

Vea también: La FIFA recomienda prohibición de por vida para hondureño Hawit

“Full Play acordó pagar 300.000 dólares para los funcionarios a cambio de la firma del contrato”, dijo Tordin, y precisó que en su opinión esto fue un soborno.

“Y luego Miguel (Trujillo) me dijo que Alfredo Hawit le indicó que él merecía más que (su parte de) 100.000 dólares. Quería 150.000 más para él” porque “era el presidente de la Concacaf y el más importante de los tres”.

El pago total fue de 450.000 dólares, según Tordin.

Todos los hombres están inculpados en el megaescándalo de la FIFA, se han declarado culpables y esperan la sentencia de la jueza Pamela Chen.

En el juicio que empezó hace un mes en Nueva York solo se juzga a tres acusados que se declaran inocentes: el exjefe del fútbol de Brasil José Maria Marín, el expresidente de la Conmebol y del fútbol paraguayo Juan Ángel Napout y el exjefe del fútbol de Perú Manuel Burga. Un jurado debe decidir si son inocentes o culpables.

Tordin también reveló que pagaba sobornos de cientos miles de dólares vía bancos en Panamá a exjerarcas del fútbol de Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Y que a veces él y Trujillo inflaban el monto de las coimas a sus jefes de Media World, controlada por el gigantesco grupo español Imagina, para quedarse con una mordida.

Pedicuras y fotos en bikini

Otro testigo del gobierno, el exasistente de Napout en la presidencia de la Conmebol, Nelson Sanabria, contó que su antiguo jefe era adepto a los masajes, a las manicuras y a las pedicuras, y que su chofer y hombre de total confianza era quien coordinaba esas citas.

Y también relató que el día del arresto de su jefe en Suiza, el 3 de diciembre de 2015, el entonces abogado de la Conmebol Cristóbal Cáceres fue al despacho de Napout con su hijo Álvaro y se llevó el computador, cubriéndolo con una chaqueta para esconderlo de las cámaras.

Pero Cáceres se arrepintió y en marzo pasado viajó a escondidas a Buenos Aires y entregó la computadora de Napout y dos teléfonos al agente del FBI Noah Singer en la embajada estadounidense, según contó el propio Singer al jurado.

La abogada de Napout, la extravagante Silvia Piñero, sugirió que Napout estaba preocupado porque fotos de sus hijas en bikini, que estaban en la computadora, podían filtrarse a la prensa. Y mostró en la corte varias de estas fotos en la playa.

Tomado de Agencias AFP.