En el Estadio de La Cerámica, los culés amarraron los tres puntos para mantener la distancia de sus perseguidores
Madrid, España
Verdadero reto el que vivió el Fútbol Club Barcelona en el Estadio de La Cerámica. El equipo de Ernesto Valverde tuvo complicaciones para cohesionar, mientras eso sucedía, Marc André Ter Stegen gestó otro partido destacable en la temporada.
Piqué y Luis Suárez se toparon con el poste, enemigo que les hacía crecer en desesperación, sobre todo al charrúa que le ha costado en demasía anotar. Messi no contó con la fineza en la primera parte y el Villarreal, cada cierto tiempo avisaba con peligrosidad.
Pero, en el segundo tiempo un error del Submarino Amarillo marcó el destino del juego. Rabá entró fuerte con plancha incluida a Busquets, acto seguido, el colegiado tendió la roja frente al hepático futbolista.
El medio campo se extendió para los azulgrana y más los cambios las cosas comenzaron a funcionar. A 15 del final, una tremenda jugada colectiva dejó a Lucho solo frente al arquero, se lo quitó y marcó el primero.
Después, ya con la defensa del Villarreal cansada y errática, Messi recibió el balón en la frontal del área, se hizo camino entre dos jugadores que terminaron colisionando entre sí, y mató el partido con su segundo tanto.
Al igual que los culés, Valencia y Atlético de Madrid hicieron la tarea, lo que mantiene al Real Madrid en el extraño cuarto lugar llegando casi a la mitad de la temporada.