Con goles de Darixon Vuelto la Máquina inclinó la final a su favor
San Pedro Sula, Honduras
El Real España aprovechó la condición de local, pese a no estar en su estadio ni con la cantidad de público deseada. Aún así, supo manejar mejor el partido y logró golpear en los momentos justos. Motagua tuvo intensión de jugar pero no contó con el poderío para rescatar el partido.
Diego Vázquez probó algo diferente, contraviniendo con el precepto que sí algo vabien no se reforma. De titular entró Klifox Bernárdez y Alex López, el segundo con más movilidad y trascendencia que el primero. Los aurinegros establecieron el once conocido con Mario Martínez como armador, Zalazar y Vuelto en ataque.
No comenzó encimado ‘La Máquina’ pero sí con la idea clara. Esperó a que los azules bajaran el ritmo y advirtieron el momento justo para herir. En un centro desde la derecha recibió Darixon Vuelto y con la marca encima, tuvo lucidez para clavarla en el ángulo. España se iba a arriba y complicaba el encuentro a las águilas.
A los de Vázquez les gusta venir desde atrás pero esta vez no contaron con la comodidad necesaria. En el complemento desde la banca llegaron los que usualmente son titulares; Marco Tulio Vega y Wilmer Crisanto que poco pudieron hacer para avisar en el marco rival.
En las finales los errores se pagan caro y Motagua no supo salir en el segundo gol. Desde el medio campo recibió totalmente solo Darixon Vuelto y definió por la cocina de Jonathan Rougier. De nuevo, sin ser total dominador, los catedráticos marcaban y manejaban mejor los hilos del compromiso.
No tuvieron el balón figuras como Rubilio Castillo quien careció de centros para asediar el área. De igual forma pasó poco el balón por los pies del Chino Discual, dificultando la claridad en el medio campo.
El sábado Motagua deberá anotar dos goles para forzar el alargue y tres para coronarse campeón. De nuevo intentarán otra remontada que se percibe más complicada ante un España más letal en ataque.