¿Recuerda a Andrei Arshavin?, el habilidoso mediapunta ruso cuyo papel en la Eurocopa 2008 le lanzó al estrellato en Europa y le valió para fichar por el Arsenal
Londres, Inglaterra
Gran talento, habilidad y a pesar de ser atleta de primer nivel con un apetito poco sano, ya que la comida chatarra es su predilecta y de eso se trata la anécdota sobre el hoy.
Llevaba nueve temporadas en el Zenit de San Petersburgo, y su adaptación a Londres no fue fácil, sobre todo a nivel gastronómico, según se supo en el 2012, cuando un empleado de un McDonald’s cercano a su casa habló sobre él.
Este trabajador de la famosa cadena de hamburgues explicó que, a pesar de que Arshavin ganaba unos 100.000 dólares semanales, tenía por costumbre llevar a su familia al establecimiento de Hampstead e invitarles a comida rápida, aprovechando siempre los tickets de descuento.
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Según el empleado del local, Arshavin les explicó: «Él dice que viene porque le encanta el sabor de nuestra comida y que también porque es muy barato para invitar a toda la familia».
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La fama de tacaño que se ganó por ello en Inglaterra se olvidó tras su posterior regreso al Zenit de San Peterburgo y su paso por el Kubán Krasnodar. Pero ahora que juega para el F. C. Kairat de Kazajistán, ha dado motivos para recuperarla.
La casualidad quiere que el patrocinador del equipo kazajo sea precisamente la empresa favorita de Arshavin, McDonald’s, y dado que es la gran estrella del club (y de la liga del país), ha sido el protagonista de su nueva campaña de promoción.
Su entrenador, el español Carlos Alós, ha compartido una foto del acto promocional, en la que se ve a Arshavin ataviado como un trabajador de la empresa y sirviendo su pedido a una clienta.