Gareth Bale lográ un récord negativo: una vuelta entera sin acabar un partido

Madrid, España

Cuando Gareth Bale se fue al banquillo en el minuto 72 del Betis-Real Madrid para dejar su lugar a Isco se repitió una estampa que ya es costumbre esta temporada. La imagen del galés siendo sustituido por Zidane. Tan común es, que ha pasado una vuelta entera de Liga sin que haya jugado los 90 minutos completos de un encuentro. Bale no aguanta un partido entero desde el 20 de septiembre del año pasado, en 0-1 precisamente con el Betis en el Bernabéu. Desde entonces: ocho titularidades, ocho sustituciones.

«¿Qué pasa con Bale?». Esta pregunta, que se repiten constantemente aficionados y medios de comunicación, se acentúa viendo el cambio de estatus del 11 blanco en la mente de Zidane. Ya no parece intocable. Fue el sacrificado ante en PSG por más que su entrenador acudiera a justificaciones tácticas. «Quería jugar con el 4-4-2 en rombo», explicó el francés. Ante el Betis, en una nueva exhibición de pasividad, Bale no recuperó ni una pelota y falló donde no suele, en dos ocasiones ante Adán. Zidane, en la flash interview, fue más que lacónico al ser preguntado por el asunto: «Ha hecho su partido…».

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La rotura muscular en Dortmund, el 26 de septiembre, marcó un antes y un después. Avivó el fantasma, encadenado a Bale, de las lesiones. Inició un periodo de recaídas, partes médicos sospechosos y dificultades para recuperar el ritmo. Sólo cuatro fogonazos desde entonces. Las dos asistencias contra el Fuenlabrada en Copa, el gol decisivo al Al-Jazira en el Mundialito y sendos dobletes con acento gallego, a Celta y Deportivo. Por estrategia médica o cautela del propio Bale, no ha terminado un partido completo desde que recibió el alta y tampoco le ayuda su visible enfado por ser suplente contra el PSG.

Aún y con eso, y pese a no jugar más del 51% de los minutos posibles tras su regreso, su agente, Jonathan Barnett, le pone en el escaparate. «Gareth vale como mínimo lo mismo que Neymar», dijo esta misma semana. Aviso a navegantes o declaración grandilocuente, la realidad es que si la bbC fuera un mercado bursátil, las acciones de Bale ahora mismo estarían en rojo. Cristiano se hace fuerte con goles, Benzema es una apuesta perpetua de Zidane mientras éste siga al frente de la nave blanca y el galés es el extremo de la cuerda más débil ante las acometidas a la titularidad de Isco y Asensio.