Al club francés no le ha sentado bien que se filtrara que Neymar decida operarse: lo entienden como una medida de presión cuando la decisión no estaba tomada
Paris, Francia
La lesión de Neymar ha terminado por abrir una especie de guerra interna entre el PSG y los médicos de la selección brasileña, pero también provoca un distanciamiento entre el jugador y el club que le compró por 222 millones de euros y que le paga 35 millones de euros netos de ficha al año. Que Neymar no podrá jugar ante el Madrid el 6 de marzo parece una obviedad tanto si opta por la cirugía para arreglar la fractura en el quinto metatarso de su pie como si opta por el tratamiento conservador. Pero en Francia el tema no es tan obvio. Lo medios de comunicación, entre ellos los más importantes, ‘Le Parisien’ y ‘L’Equipe’, han comenzado a recordar el caso de Guedes, quien hizo el esfuerzo de jugar infiltrado con la misma lesión ante el Barcelona para operarse al día siguiente en Gijón hace sólo unos meses.
Lo cierto es que al PSG no le ha sentado nada bien que desde Brasil se filtrara (AS y Globoesporte fueron los primeros en dar la información) que Neymar haya decidido operarse. Lo entendieron como una medida de presión cuando la decisión no estaba tomada. De hecho, en el periódico ‘Folha de Sao Paulo’ de Brasil informó de que, por contrato, el PSG es el que tiene la última palabra no sólo para decidir si el jugador debe ser intervenido quirúrgicamente, sino también el lugar donde debe hacerlo.
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Este miércoles está siendo un día de intensas conversaciones entre el médico de la selección brasileña, Rodrigo Lasmar, que ha viajado a París desde Moscú, donde estaba en un congreso de la FIFA, y los médicos del PSG. Con el Mundial a la vuelta de la esquina Neymar no quiere correr el riesgo de jugar infiltrado, y es lógico.
Lo que se debatía es la necesidad de un tratamiento conservador (es lo que quiere el PSG), que permitiría a Neymar jugar ya incluso la ida de unos hipotéticos cuartos de final de la Champions a primeros de abril (si el PSG remonta), o la cirugía, que aseguraría al 100% la recuperación total (que el hueso suelde) pero en un plazo mayor. Casi no volvería a jugar más con el PSG esta temporada, pero estaría al 100% físicamente para el inicio del Mundial. Por el contrario, con el tratamiento conservador y en caso de recaída, los plazos se podrían retrasar y poner en peligro el Mundial.
De una manera u otra, según publicó ‘Folha de Sao Paulo’, es el PSG quien decide. Y si Neymar no acata la decisión corre el riesgo de que haya una rescisión de contrato y el pago de una indemnización multimillonaria. No parece que el PSG quiera indisponerse con su estrella recién fichada y prevalecerá la decisión del jugador.