El penúltimo lugar de Liga le hizo un baile al Olimpia en su cancha

 

Honduras

Cualquiera podría pensar que la derrota del Olimpia ante Juticalpa en el Nacional, se debe a que los jugadores todavía no se reponían de la eliminación de la Concachampions. Sin embargo, el argumento poca fuerza tiene, porque muchas veces los leones fracasaron a nivel internacional y en Honduras siempre mantuvieron la categoría.

La realidad es otra y no es culpa de Restrepo. El mal del Olimpia viene de más atrás. Cuando el Motagua lo elimina en semifinales, se toma como algo que podría estar escrito en el guion, pero una eliminación a manos del Honduras Progreso en esas instancias (mayo 2017) ya se vuelve excepcional.

Desde ese día, al equipo le faltan el respeto. Varios equipos ya le perdieron el miedo, tanto que lo del Juticalpa no sorprende. El campeonato pasado Marathón le ganó los dos partidos (remontada incluida) perdió contra el Vida y Real Sociedad, hoy, Platense le saca puntos en Tegucigalpa y el Juticalpa le pinta la cara.

Dicho síntoma hizo que varios jugadores abandonaran el equipo con una facilidad impactante en enero. No entró en el criterio de Roger Rojas, Aléx López, Luis Garrido, Javier Estupiñán y compañía, el cariño a la camiseta, la identidad de equipo, es decir, lo que representa jugar en el Olimpia. Nada de eso, «nos vamos a jugar a Costa Rica porque se paga mejor y ya». Hasta Chirinos se quiso ir e hicieron todo lo posible para que se quedara, por cierto, el único rescatable de los dos últimos partidos.

Al rey de copas le falta autoridad y en Tocoa el miércoles y en San Pedro Sula el sábado podría quedar, de nuevo, en evidencia. A menos que la actitud de los jugadores cambie y se acuerden que juegan en Olimpia.