Lamentó el trato que está recibiendo Motagua al no dejarlos entrar a la gran final

 

Tegucigalpa, Honduras

El presidente vitalicio del Motagua salió a la defensa de toda la afición azul tras el anuncio del Marathón sobre la prohibición de entrada que tendrán los azules a la gran final.

Además tuvo palabras para los altos precios que la dirigencia verdolaga puso a disposición; 400 lempiras Sol y 1000 lempiras Silla.

«Por un capricho de un entrenador están sacrificando al aficionado de Marathón que deberá pagar esas entradas tan caras y sacrifican a los aficionados de Motagua que no los quieren dejar entrar», indicó.

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Luego recordó la hospitalidad que les dieron a los aficionados marathones en la final de ida celebrada el domingo pasado en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.

«Es lamentable porque Motagua les dio boletos a Marathón en todas las localidades. No hubo hospitalidad y el destino los va a juzgar. Entiendo que el estadio es pequeño, pero al menos hubieran dejado unas 500 entradas para los motagüenses, jugar en el Yankel no asegura ni una buena taquilla ni el campeonato».

Arremetió contra la decisión de jugar el partido en el Yankel Rosenthal, escenario que no es apto, según él,  para un partido de tal calibre. «Teniendo opciones mejores en San Pedro Sula como el Morazán y el Olímpico prefirieron el Yankel Rosenthal. Entendimos del Honduras Progreso que jugara en el Micheletti, porque solo hay un estadio en El Progreso. Ahora Vargas está obligado a ganar la copa. Ojalá no le salga la venada careta».

Insistió en el «capricho» de Vargas de jugar en el Yankel, y respondió a las palabras del argentino quien sugirió a la afición que quitaran dinero prestado para ir a la final. «Es fácil para él decir que el aficionado puede pedir prestado cuando él gana 150 mil lempiras al mes, pero el aficionado no gana en dólares ni tiene esa capacidad económica de él y Vargas está sacrificando a su propia afición por un capricho suyo y del cuerpo técnico».

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Por último hizo un llamado de atención a los dispositivos de seguridad que por tratarse de un estadio reducido deberá ser más estricto. «En los tres últimos partidos que disputó Motagua en el Nacional el operativo de seguridad salió a la perfección y aplaudimos la labor que se hizo, pero ahora que vamos a jugar en el Yankel la Policía tiene que mejorar lo que se hizo en Tegucigalpa, ese estadio no reúne las condiciones de seguridad».

Y para concluir lanzó la siguiente frase: «Se pudo haber jugado en un estadio más digno de una final con el respeto de Marathón».