El defensa mexicano es un pieza clave para la selección pero vive una de las situaciones más insólitas del Mundial

Rusia

La participación del defensor mexicano, Rafael Márquez, en el Mundial de Rusia 2018 estuvo en duda. La razón fue por acusaciones que lo vincularon con personas relacionadas a narcotráfico. Al final el capitán azteca está presente pero obligado a cumplir varios requisitos.

Márquez, de 39 años, entró en la historia al convertirse en uno de los pocos jugadores que disputa cinco mundiales. Sin embargo, se ha visto obligado a someterse a algunas reglas extrafutbolísticas para poder estar en Rusia con la selección de México.

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El defensa está en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de personal que según la institución han ayudado a lavar dinero a los carteles de la droga. Su inclusión en la lista prohíbe a los ciudadanos, empresas y bancos estadounidenses tener cualquier tipo de relación con él.

El jugador tiene prohibido beber de las mismas botellas de agua con publicidad de las que toman sus compañeros. No viste uniforme durante los entrenamientos. Luce una camiseta lisa y sin las tres marcas que patrocinan al Tri. Tampoco es colocado frente a la publicidad de los patrocinadores, sino que lo mantienen alejado.

Además, como el banco que reparte los premios también es estadounidense, el jugador tampoco cobraría la parte correspondiente a México por disputar el Mundial. Una situación más que extraña.

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La FIFA está cuidando el contacto del futbolista con todo lo que tenga que ver con los vecinos del norte hasta el punto de evitar que el moderador de las conferencias de prensa sea estadounidense si el de Michoacán es el que sale a hablar antes los medios.

Tener a Márquez puede complicar el camino de México en el Mundial, pero su presencia es positiva para el equipo.