Los ‘Diablos Rojos’ sorprendieron a la Selección de Brasil gracias a un golazo de De Bruyne
Kazán, Rusia
América sigue sin dominar el fútbol mundial. Este día, fueron eliminados los dos últimos sobrevivientes, Brasil y Uruguay. Sus rivales son selecciones en crecimiento, plagado de jóvenes y con gran calidad.
En la Arena Kazán, los Diablos Rojos no se posicionaban como favoritos. Antes de la Copa, Brasil estaba considerada para ganar el torneo, acompañada de España y Alemania. Hoy las tres están fueras.
Sin errores se llega a la final. Así como Muslera despejó mal el tiro de Griezmann, Fernandinho hizo el gol en contra. El volante defensivo, no debió estar en la cancha, su presencia se debía al hueco que dejó Casemiro, quizá otra historia hubiese sido.
Al margen de la equivocación, Bélgica era más cuando atacaba. Brasil conseguía llegar al remate, pero, eran defenctuosos. Paulinho se vio mal al quedar solo frente al marco y pegarle sin fuerza. Thiago Silva pegó una en el palo casi sin querer, Coutinho llegó solo para mandarla a las tribunas. Estaba siendo un equipo parecido al del 2014.
Otra ausencia que pesó fue la de Dani Alves. Su sustituto, Fagner, perdió todos los duelos con Eden Hazard, tal vez el más prodigioso en una escuadra llena de prodigios.
En un momento, Bélgica se acercaba más al juego que estamos acostumbrados a ver en Brasil. Velocidad, ideas y determinación. El gol de Kevin De Bruyne fue una muestra de la vitalidad del equipo. Disparo certero, directo, sin comba. Un auténtico misil.
En la segunda parte, Titte puso en la cancha los que debieron iniciar de titular. Como Firmino que le dio más al equipo en el duelo contra México, ante un fantasmal Gabriel Jesus. También salió Paulinho, jugador demasiado discreto para las necesidades que tenía la Verde amarelha. Además ingresó Douglas Costa que hizo mucho más que Neymar, en los pocos minutos que estuvo.
Después del gol de Renato Augusto, Brasil tuvo oportunidades para empatar. Pero no las chances que se esperan de un equipo como ése. Eran más bien forzadas, faltas de frescura. Neymar se vio disminuido, y sus simulaciones no surgieron ningún efecto en el árbitro.
Brasil volvió a ser normal y Bélgica al fin dio el paso. Sus individualidades se juntan y lo hacen un firme candidato. Tiene tantos argumentos como los tiene Francia, se viene un partidazo en San Petersburgo.