No habrá una gran despedida para el portugués. Se irá del Real Madrid como como se fue Di Stéfano, Raúl y Casillas
España
El 6 de julio del 2009 llegó como un Mesías y nueve años después se va por la puerta de atrás. Siendo la máxima estrella del Real Madrid se fue por la puerta de atrás.
El crack portugués se va sin una despedida emotiva como ha hecho el Barcelona con Carles Puyol, Xavi Hernández y Andrés Iniesta. Un triste final para alguien que había sido considerado una leyenda en el club blanco.
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Y es que desde el regreso de Florentino Pérez a la presidencia en 2009, no ha sabido despedir con honores a sus mitos. Sucedió ya con Raúl González e Iker Casillas. Incluso la salida de Zinedine Zidane como jugador y como entrenador fue inapropiada.
Pocos han sido los jugadores merengues que a en su adiós han salido bien librados. Un ejemplo es Xabi Alonso, que sorprendió al marcharse al Bayern Munich en 2014, tras conquistar La Décima y cuando el club más lo necesitaba.
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El resto de jugadores importantes, y en particular los míticos, se han ido de una forma triste. Tras haber disputado «su último partido» sin saber que no volverían a vestir de blanco.
Una de las despedidas más sonadas, por lo que significaba, ha sido la de Raúl. El gran capitán merengue se marchó, también a los 33 años, después de 16 temporadas y convertido en leyenda viva. Fue el primero en superar a Alfredo Di Stéfano como máximo goleador de la institución, con 323 goles.
El final de su reinado se vislumbró con la llegada de Cristiano, en 2010, cuando José Mourinho tomó las riendas del club.
Más doloroso le resultó a Iker Casillas. A Raúl le habían enseñado la puerta abrupta, pero educadamente. A su sucesor en la capitanía lo sacaron casi a la fuerza. El portero, producto de la cantera y aún capitán de la selección española, puso rumbo hacia el Porto en 2015, tras varios años soportando críticas de una fracción de la grada, producto de sus desencuentros con Mourinho.
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Y aunque no han tenido el alcance emocional de los dos capitanes, las salidas de figuras como Gonzalo Higuaín, Ángel Di María o Mesut Ozil han dejado mucho que desear.
Tampoco hay que olvidar a James Rodríguez, a quien le buscaron acomodo en el Bayern Munich. El colombiano se fue tras una serie de desencuentros con Rafa Benítez, primero, y Zinedine Zidane, después. Zizou no contaba con él.
Cristiano Ronaldo también se marcha dolido. No logró que la directiva cediera a sus pretensiones económicas, o de un trato propio del «mejor jugador del mundo».