Tras dos empates consecutivos en la liga española, el Barcelona se reencontró ante el Real Valladolid con la victoria, aunque no con el buen juego.

El equipo de Ernesto Valverde está lejos de su mejor momento y del fútbol que los caracteriza a sólo unos días de visitar al Olympique Lyonnais en la Champions League.

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Valverde dio descanso a Luis Suárez y apostó por Boateng como titular. También a Lenglet y Rakitic, con Vermaelen y Aleñá en su lugar. En el arranque, el Valladolid estuvo bien colocado y el Barça algo perezoso, lento y sin soluciones colectivas en el centro del campo más allá del empeño de Aleñá.

Messi tardó casi veinte minutos en dejar el primer chispazo, una arrancada tras la que acabó conectando con Dembélé. En un contragolpe, Piqué fue derribado. Messi aprovechó el penalti para desatascar a su equipo justo antes del descanso.

La segunda parte fue más animada. El Valladolid, que había vivido muy cómodo con el 0-0, buscó el empate, y tuvo una oportunidad por medio de Sergi Guardiola. Messi dispuso de dos ocasiones claras: un remate que Masip sacó con una parada soberbia y un remate fuera tras una gran jugada de Dembélé.

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Con media hora por delante, Luis Suárez relevó a Boateng, que había desperdiciado poco antes un mano a mano ante Masip. El uruguayo también falló dos opciones claras.

Con tantas ocasiones desperdiciadas, el Valladolid llegó vivo a los últimos minutos, aunque no pudo concretar. Messi pudo sentenciar a cinco del final, con otro penalti, pero esta vez atajó Masip, que había estado cerca de pararle el primero.