Despidieron al ídolo del pueblo como nunca habrían querido hacerlo: en silencio, dolor, llanto

Santa Fe, Argentina

«Siempre en nuestros corazones. Tu pueblo natal» . Con ese cartel, Cululú,el pueblo natal del futbolista Emiliano Sala -a 15 kilómetros de Progreso- lo despide.

Su cuerpo llegó esta madrugada desde Santa Fe, acompañado por su familia que no se separa del féretro. El cajón está cubierto de una bandera rojinegra del club San Martín y a los costados hay una foto grande de Sala con la leyenda «tu legado será eterno» y, en el otro costado, su imagen gritando un gol de Nantes, la misma que recorrió el mundo durante su búsqueda.

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Las puertas del gimnasio se cerraron para que la familia Sala tuviera intimidad en el último adiós antes de la cremación, que fue en Santa Fe. Una hora hubo ceremonia religiosa. Con un cordón de niños jugadores del club San Martín, donde Emiliano jugó desde los 4 a los 15 años, salieron con el féretro rumbo a Santa Fe, donde fue cremado.

«Ya lo lloramos todo. No hay más que tristeza», dijo al diario La Nación Susana Palomeque, la primera vecina que, con un ramo de flores amarillas, se acercó a despedirse. Como todos en Progreso, conoce a Emiliano desde que llegó con su familia, hace 25 años.

Hay quienes recuerdan cuando Emiliano lloraba al despedirse, a los 15 años, para irse a vivir a San Francisco (Córdoba). Flaco, alto, trotaba por las calles del pueblo para entrenarse.

De Córdoba se fue a Francia, pero jamás dejó de volver a su casa, este pueblo de 3500 personas que viven de la actividad agrícola.

«Es una despedida pero también un recibimiento porque desde ahora Emi va a estar siempre con nosotros. Volvió, aunque no como hubiéramos querido. Cuando venía preguntaba por todos, le costaba hablar de él. Todos nos sentíamos partes de sus goles. Él sentía por Progreso el mismo orgullo que nosotros por él, un amor mutuo», dice Julio Müller, jefe comunal del pueblo.

Tal vez por ese amor mutuo, frente al gimnasio donde lo velan, el club San Martín puso un cartel: «Emi, nunca caminarás solo».