El expresidente de la Fenafuth, aceptó cuatro de los doce cargos que se le imputan
Nueva York, Estados Unidos
La cuenta regresiva llegará a su fin este jueves para el expresidente de la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth) y de la Concacaf, el hondureño Alfredo Hawit Banegas.
Cabe recordar que, ante el juez, el exdirigente hondureño confesó que recibió sobornos de cientos de miles de dólares a cambio de ceder los derechos televisivos de la Selección Nacional de Honduras a una compañía con sede en Miami para las eliminatorias del 2014, 2018 y 2022.
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«Recibí pagos de sobornos por cientos de miles de dólares de cuentas intermedias que eran manejadas por la persona que vivía en Florida. Los pagos se enviaron a cuentas bancarias en Honduras y Panamá», admitió Hawit.
Esta fue la confesión íntegra del dirigente:
«Durante el periodo comprendido entre 2008 y 2013, a través de una empresa de mercadeo deportivo ubicada en Miami, Florida, llamada Media World, se negoció con Fenafuth la compra de los partidos durante las rondas clasificatorias para la Copa Mundial de Fútbol 2014, 2018 y 2022. En las negociaciones tuve contacto con una persona por teléfono y correo electrónico, así como con empleados de Media World en Miami y con otro que vivía en el área de Miami».
«Recibí pagos de sobornos por cientos de miles de dólares de cuentas intermedias que eran manejadas por la persona que vivía en Florida. Los pagos se enviaron a cuentas bancarias en Honduras y Panamá. La mayoría de los pagos no se transfirieron directamente de Media World a mis cuentas, sino a través de otras compañías».
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«Esa persona me invitó a Argentina para reunirme con ejecutivos de una empresa de mercadeo deportivo. Los dos jefes de la Compañía Argentina de Marketing, nos invitaron a Uruguay, para continuar las discusiones. Fue cuando con otros dos oficiales de Concacaf acordamos con los ejecutivos que a cambio de cientos de miles de dólares en sobornos, usaríamos nuestras influencias para premios y derechos de marketing para los torneos de fútbol».
«En una reunión en Houston, Texas, el uno de julio de 2015, le aconsejé a mi cómplice de Florida, que creara un contrato falso entre él y la Compañía Argentina de Mercadeo Deportivo para ocultar la verdadera naturaleza del soborno de dinero que la Compañía Argentina de Marketing Deportivo había enviado. También le dije que engañara a los agentes del FBI, para ocultar cómo vino el dinero que había recibido de la compañía argentina. Esto incluyó contratos falsos de consultoría entre los otros dos funcionarios de Concacaf que recibieron también sobornos», relató al juez Alfredo Hawit».