La NBA dice adiós a una de sus leyendas, el legendario entrenador de los Utah Jazz, debido a complicaciones de la enfermedad de Parkinson que sufría desde hace años
Estados Unidos
Jerry Sloan, leyenda de los Utah Jazz, ha fallecido este viernes a la edad de 78 años. El que fuera excelente jugador y después legendario técnico, padecía desde hace unos años la enfermedad de Parkinson y una tipología de demencia, circunstancias que le habían alejado de la vida publica.
Sloan dejó su carrera como técnico NBA con 1223 victorias, todas ellas con solo dos franquicias: los Bulls (de 1979 a 1982) y, sobre todo, los Jazz (de 1988 a 2011). Ese registro le coloca el cuarto en la lista histórica de entrenadores con más triunfos en la NBA, solo por detrás de Gregg Popovich, Lenny Wilkens y Don Nelson. Ese registro lo obtuvo además ganando el 60% de sus encuentros.
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Sloan llegó a los Jazz a mediados de los ochenta, como asistente, tras su aventura previa en los Bulls. Y desde 1988 asumió el cargo de técnico jefe en Utah, permaneciendo en él hasta 2011. Con la franquicia no ganó el anillo NBA, cayendo las dos únicas veces que alcanzó las Finales (1997 y 1998) ante los Bulls de Jordan, pero sí reinó en el Oeste aquellos dos cursos y ganó siete títulos de división, de los nueve que tienen los Jazz. En total, llegó diecinueve veces a la fase final con Utah (veinte en su carrera), un registro impresionante.
Sloan es una leyenda de los banquillos y una figura clave para entender el baloncesto de los noventa e inicios de siglo, creando equipos muy duros, de marcado predominio defensivo, bien trabajados en lo táctico y donde lo coral resultaba imprescindible, a pesar de haber contado en sus filas con jugadores como Karl Malone y John Stockton, dos Hall of Famers que respetaron siempre enormemente su labor.
Sin embargo Sloan no fue únicamente un extraordinario técnico. Antes hizo carrera como jugador en la NBA. Alero de sensacional nivel defensivo, fue elegido como número cuatro del Draft de 1965 y tras un breve paso por los Baltimore Bullets llegó a los Chicago Bulls, donde se convirtió en un jugador de gran reputación. Sería dos veces All-Star y en diez años con Chicago sería reconocido en seis ocasiones en uno de los dos mejores quintetos defensivos de la NBA (cuatro de ellas en el mejor).
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Los Bulls acabarían retirándole su dorsal 4, el que lucía como jugador. Y más tarde los Jazz harían lo propio con el 1223, haciendo alusión a su número de triunfos como principal responsable del banquillo. En el año 2009 sería elegido para el ‘Salón de la Fama’, junto a uno de sus jugadores más representativos, John Stockton.
Pese a no ganar el título, estaba casi unánimemente reconocido como uno de los mejores técnicos de su era y uno de los más notables de la historia de la NBA. Una mente clínica para el juego, un tipo exigente con los suyos pero agradecido con el esfuerzo. Un gestor de vestuario de primer nivel que entregó su vida al baloncesto.