Después de ganar la Bundesliga el conjunto bávaro ambiciona también la Copa de Alemania y la Liga de Campeones
Berlin, Alemania
Para Hansi Flick, el entrenador del Bayern de Múnich, ganar la Bundesliga es «un objetivo intermedio». El gran reto es, como cada año para el gigante bávaro, el triplete de grandes títulos, para lo que tiene que ganar ahora la Copa de Alemania y, sobre todo, la Liga de Campeones.
«Es bonito levantar el ‘Schale’ (el trofeo de campeón, entregado el sábado al Bayern), pero el campeonato es un objetivo intermedio», declaró Flick. «Me gusta decir que no estamos satisfechos. Aspiramos al próximo objetivo», apuntó. Su equipo se había asegurado matemáticamente conquistar una octava Bundesliga consecutiva el pasado 16 de junio.
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El prestigioso triplete es algo que el Bayern solo ha logrado una vez en toda su historia, en 2013. Fue con Jupp Heynckes en el banquillo, cuando el dúo Arjen Robben-Franck Ribery estaba a pleno rendimiento.
En esta temporada tan extraña, con el parón de dos meses en Alemania por el coronavirus, la Champions se cerrará en agosto en Lisboa, con un formato inédito y varios partidos a eliminación directa, todo un desafío que complica hacer cualquier pronóstico.
«Conozco muy bien esa forma de torneo», recordó recientemente Flick, que vivió la victoria de Alemania en el Mundial de Brasil 2014 como ayudante del seleccionador Joachim Löw. Por eso creo que podemos conseguirlo. El estado de forma en ese momento será decisivo», vaticinó.
Estado pletórico
Por lo que ha mostrado el Bayern desde la reanudación del fútbol en Alemania, a mediados de mayo, llegará como uno de los favoritos. Ha ganado los diez partidos que ha disputado, nueve de Bundesliga y uno de Copa.
Su trayectoria europea antes del parón por la Covid-19 fue también impresionante. Superó la fase de grupos con seis victorias en seis partidos e incluso asombró al mundo con un 2-7 ante el Tottenham, en una noche mágica para Serge Gnabry, que firmó entonces cuatro tantos. El segundo golpe de autoridad llegó en la ida de octavos de final, en Londres, donde el campeón de Alemania ganó 0-3 al Chelsea. La vuelta deberá jugarse en agosto y el Bayern es evidentemente muy favorito por esa gran ventaja.
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Las dudas vendrán sobre todo por la cuestión del calendario. Alemania es la primera gran liga en terminar y los bávaros no tendrán ningún partido de competición entre la final de la Copa de Alemania, que jugarán el 4 de julio ante el Bayer Leverkusen, y esa vuelta ante el Chelsea en agosto. Sus adversarios ingleses, italianos y españoles sí que habrán competido en el mes de julio.
«Después de la final de la Copa tendremos una pausa de cuatro semanas. El entrenador concederá unas breves vacaciones de doce días al equipo y empezará luego la preparación para la vuelta de los octavos de final (de la Liga de Campeones)», detalló el patrón del club, Karl-Heinz Rummenigge.
Según Sky, los dirigentes del Bayern han llegado a un acuerdo con el Barcelona para renovar la cesión de Philippe Coutinho hasta agosto, con el objetivo de que el brasileño pueda ser utilizado en la fase final de la Champions en Portugal.
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«Tenemos hambre y queremos continuar con ese hambre», avisó Thomas Müller, que no quiere ninguna relajación. Todos los equipos dicen lo mismo, admiten en el Bayern, pero el club alemán sabe transmitir a sus jugadores que la victoria es el único resultado posible. «Lo único que nos piden es ganar. Llevamos inscrita la victoria», sentencia Müller.
Su compañero Robert Lewandowski, máximo goleador de la Bundesliga recién terminada con 34 goles y máximo anotador provisional en Champions con 11 dianas, se confirmaría como el gran protagonista del año si guía al Bayern al título europeo. «Hemos demostrado que somos el mejor equipo en Alemania. Ahora queremos demostrar que podemos jugar todavía mejor en la Liga de Campeones», afirmó el polaco, que cumplirá 32 años el 21 de agosto, dos días antes de la final.