El encuentro, decidido por dos penaltis en el tiempo añadido, uno marcado por Inglaterra y otro posterior fallado por Islandia, apenas tuvo ocasiones de gol y pasó de una horrorosa primera parte a una segunda casi peor
Reikiavik, Islandia
La selección inglesa debutó en la Liga de las Naciones de la UEFA con una victoria muy laboriosa, este sábado en Reikiavik (1-0), frente a Islandia, equipo que le había eliminado en la Eurocopa-2016.
La victoria llegó con un penal transformado en el tiempo de descuento por Raheem Sterling (90+1), y la selección inglesa habría podido ser empatada a continuación, ya que Birkir Bjarnasson falló otro penal también en los minutos adicionales (90+3).
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Durante los primeros 45 minutos, los ingleses se contentaron con tener la pelota e Islandia solo creó peligro a balón parado con alguna falta y algún córner que acabó en nada.
La defensa de Islandia, que prácticamente estaba formada por los once jugadores, se limitó a esperar atrás, repeliendo las tímidas y poco creativas internadas de Inglaterra.
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La selección de Gareth Southgate tuvo el hándicap de jugar los últimos veinte minutos con un hombre menos, tras la expulsión de su lateral derecho Kyle Walker, que ya tenía una amarilla de la primera parte, se lanzó como un loco al suelo y cometió una falta que le supuso la segunda tarjeta. A la calle.
Este triunfo le da los primeros tres puntos a la selección inglesa que lidera el Grupo B en la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Nations League, a la espera de que juegien Dinamarca y Bélgica.