Los rusos lograron la igualada con un tanto de Lisakovich en el que pudo haber falta previa sobre Okugawa
Viena
El Lokomotiv de Moscú arrancó un valioso empate en Salzburgo -en la primera jornada del Grupo A- en un partido vertiginoso y lleno de alternativas en el que cada equipo dominó una parte (2-2).
El equipo ruso salió más entonado y centrado a un encuentro que se le puso pronto de cara con un tanto del internacional portugués Éder, pero al que el Salzburgo volvió a engancharse tras un golazo al filo del descanso de Dominik Szoboszlai.
El Salzburgo jugó como suele hacerlo, con intensidad y velocidad en los mejores momentos, y desorden defensivo y cierta anarquía en los peores. Siempre liderado por el joven internacional húngaro de 19 años Szoboszlai.
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Éder adelantó de un testarazo desde el punto de penalti en el minuto 19 al equipo ruso después de que Rifat Zhemaletdinov la peinase tras un saque de esquina.
La jugada de estrategia de los moscovitas hacía justicia a lo visto en los primeros minutos, en los que el Lokomotiv mostró más intensidad y acierto.
Los «toros rojos» comenzaron a incrementar su presión a la búsqueda de un empate y aunque poco a poco empezaron a merodear la portería del Lokomotiv, se necesitó un toque de magia para igualar el marcador.
El empate llegó justo antes del descanso, cuando Zlatko Junuzovic sacó de la esquina para Dominik Szoboszlai, que sacó un latigazo con efecto imposible para Guilherme.
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Aunque el Lokomotiv pareció tener bajo control el partido gracias a un sólido trabajo defensivo, una jugada de uno de los mayores talentos jóvenes de europa cambió el signo del encuentro.
Al regreso del descanso, el Salzburgo aumentó algo más la presión y la recompensa para los austríacos llegó pronto.
Una buena jugada elaborada por la derecha con Daka caracoleando dentro del área y entregando el balón a Junuzovic justo fuera del área. El internacional austríaco la puso rasa y pegada al palo. La remontada ya estaba en el marcador.
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El técnico del Lokomotiv Marko Nikolic introdujo varios cambios para dar un nuevo aire a su equipo y justo uno de los que acababan de entrar puso el 2-2 en el marcador. Vitali Lisakovich remató con un cabezazo picado junto al palo tras un centro preciso de Zhivoglyadov.
En los minutos restantes el Salzburgo trató de lograr un nuevo tanto pero el Lokomotivo consiguió mantener un valioso empate.