‘»Pensé que lo que me había pasado a mí era lo peor, pero al ver gente que lloraba por sus familiares desaparecidos comprendí que lo mío no era tan grave», dijo el futbolista
San Pedro Sula, Honduras
Tras 72 horas de zozobra y miedo tras quedar atrapado en el techo de su vivienda por las inundaciones en La Lima, Cortés luego del paso de la tormenta tropical Eta, el delantero del Real España agradece a Dios por seguir con vida.
Al no poder comunicarse con el jugador, el Real España pidió ayuda por medio de sus redes sociales para poder ubicarlo, hasta que finalmente lograron rescatarlo y llevarlo a casa. Tras pasar por ese dramático momento, Ángel Tejeda habló en Las dueñas del balón para relatar esos momentos.
Vea además: Empiezan a llegar los legionarios para concentrarse a la Selección de Honduras
Tejeda recordó como empezó esa pesadilla. «No nos dimos cuenta cuando el río se desbordó porque no había energía eléctrica, ni señal de teléfono, nos confiamos un poco porque vimos salir el sol. Pero cuando salimos a la calle el agua ya estaba por todos lados, quisimos rescatar algunas cosas, pero no pudimos y tuvimos que subir a los techos de las casas».
«Gracias a Dios mi familia se encontraba en Zacatales y no en La Lima, yo me encontraba con un primo. Pasamos momentos difíciles, nos arriesgamos al bajar nadando para ingresar a las casas, buscar cobijas para que los pequeños durmieran bien, sacar alimento de las refrigeradoras para alimentar a los niños, al final todos fueron muy valientes».
Recordó que en el techo compartió con niños y algunos vecinos. «Lo primordial era cuidar de los niños, que estuvieran bien y que no los picaran los zancudos».
Le interesa también: Boniek García hace una recomendación a las autoridades hondureñas: «Si no van aportar, que no estorben»
El futbolista señaló que pese a perder todas sus pertenencias lo que le sucedió no fue tan grave como le sucedió a otras personas. »Pensé que lo yo pasé era grave, pero al ver a la gente llorar por familiares que no encontraban me di cuenta que lo que yo pasé no fue tan grave.
Aprovechó para hacer un llamado a las autoridades hondureñas para que se acerquen a esa gente afectada, porque «dan ganas de llorar», puntualizó.