Los de Emery se impusieron por 2-1 en La Cerámica en un duelo donde los dos equipos terminaron jugando con 10

Madrid, España

El Villarreal perdonó al Arsenal este jueves en la ida de las semifinales de la Liga Europa tras imponerse por la mínima (2-1) en La Cerámica, en un partido que pudo ser muy diferente para los intereses del «Submarino amarillo», que dejó escapar la ocasión de sentenciar al conjunto ‘gunner’ cuando tenía todo a su favor.

El equipo de Unai Emery mereció haber ganado 3-0 ó 4-0, pero no se subió al tren que le dejaba muy cerca de la primera final continental de su historia. Cuando todo apuntaba a un cómodo y abultado triunfo de los castellonenses, el envite se torció y Pépé empató para el Arsenal desde el punto de penalti. Para más inri, con una pena máxima bastante dudosa.

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Villarreal ofreció un gran nivel desde el inicio y prueba de ello fue el 1-0 en botas de Manu Trigueros tras conectar un derechazo cruzado al palo más alejado de Leno. El gol dio alas a los amarillos, que fueron a más con el paso de los minutos pese a no gozar de más ocasiones claras de gol. En cualquier caso, el dominio era «groguet».

Cuando el equipo de Mikel Arteta seguía buscándose, apareció nuevamente el Villarreal para colocar el 2-0 en una acción de libro tras un córner desde el costado izquierdo. El centro fue exquisito y Gerard Moreno la peinó con delicadeza. Fue entonces cuando apareció Raúl Albiol para empalar el cuero al fondo de las mallas.

Si La Cerámica hubiese estado llena, hubiera estado de júbilo con un gol que dejó muy tocado al cojunto inglés. Los londinenses intentaron reaccionar en una jugada que requirió del VAR -un posible penalti para los «gunners», pero el árbitro señaló mano de Pépé y dejó sin efecto el posible empujón de Foyth. La noche iba sobre ruedas para los españoles.

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Es más, todavía se puso más a favor cuando el madridista Dani Ceballos -cedido en el Arsenal- recibió la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez a media hora para el final. Fue cuando se torció todo. Eso sí, Gerard Moreno tuvo un mano a mano sensacional que detuvo Leno. A 15 para el final llegó el abursdo penalti de Trigueros sobre Saka.

El Arsenal no perdonó en botas del francés Pépé e incluso se vino arriba cuando se igualaron fuerzas tras la expulsión de Capoue en los locales. Aubameyang -ya completamente recuperado de su malaria- perdonó el empate en una jugada escorada, pero muy evidente, ya con el tiempo cumplido.

De esta forma, el Villarreal viajará al Emirates -ex estadio de Unai Emery- con una mínima ventaja. Una renta exigua que no hace justicia al gran esfuerzo del «Submarino» ni a la caraja de los ingleses durante la primera mitad. Un 2-1 que deberán pelear en la capital británica dentro de una semana.