El Barca sufrió su segunda goleada en el Grupo E de la Champions League, esta vez a manos del Benfica. Los azulgranas son coleros sin punto alguno y ven complicada su clasificación

Portugal

El FC Barcelona acumuló su segunda goleada en el Grupo E de la Champions League y es colero sin ninguna unidad. El cuadro culé fue superado por el Benfica en gran parte del partido y sufrió tres goles, dos de ellos anotados por el uruguayo Darwin Núñez., Las críticas nuevamente apuntan hacia el técnico Ronald Koeman.

Con sólo tres minutos de juego, Darwin recibió un pase en profundidad, recortó a Eric García y soltó un disparo que se coló ajustado al palo derecho de Marc-André Ter Stegen (3).

Vea además: El Chelsea pone el juego y el Juventus, el gol

El Barça, que acabaría con diez por a expulsión de Eric García (87), reaccionó bien al tanto en contra, haciéndose con el dominio del balón, apoyado en la buena actuación de Frenkie de Jong y el joven Pedro González «Pedri» en el centro del campo.

Algo agazapado ante el dominio, sin premio, del Barça, el Benfica buscaba hacer daño por la izquierda por donde aparecía Darwin Núñez, manteniendo un contínuo duelo con su compatriota del Barça Ronald Araújo.

El Barça, que aunque sin gol, había logrado mantener el control del juego en el primer tiempo, empezó peor tras la pausa ante un Benfica que presionaba y llegaba más al área azulgrana.

Le interesa también: Bayern Múnich aplastó por 5-0 a Dinamo Kiev con doblete de Lewandowski

Koeman trató de refrescar el equipo con las entradas de Ansu Fati, Nicolás González y Philippe Coutinho (67), pero mientras trataba de ajustarse, Rafa Silva aprovechó un rechace de Ter Stegen para marcar el 2-0, a los 69 minutos.

El tanto fue un balde de agua fría para el club azulgrana, que entró en una fase de imprecisiones favoreciendo el juego del Benfica, que aumentó su cuenta cuando Sergiño Dest cometió una mano sancionada con penal.

Darwin no falló desde los once metros (79′) para rematar una pésima segunda parte del Barcelona, que trató de reaccionar con más corazón que cabeza, sin resultado.